El sexo es cosa de todos. Más allá de tabús y preconcepciones, la reproducción desde un punto de vista biológico y psicosocial nos define tanto como individuos como especie. Somos seres que inherentemente encontramos placer en el vínculo físico que se establece durante el acto sexual y, en algunos casos, también del componente emocional que conlleva. El placer es innegable, pero también la responsabilidad en todos los sentidos que implica unirse sexualmente con otra(s) persona(s).
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS), las infecciones de transmisión sexual (ITS) y otras patologías asociadas al sexo son solo una pequeña parte de la esfera que comprende a la educación sexual en su conjunto, pero su discusión tiene una gran importancia a nivel tanto social como médico. En las siguientes líneas, te lo contamos todo sobre el Día Europeo de la Salud sexual y el porqué de su relevancia.
¿Qué es la salud sexual?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; a través de la creación de leyes, reglamentos e instituciones”. Para alcanzar este estado, los derechos sexuales de todo individuo deben ser protegidos, respetados y tenidos en cuenta en igualdad, independientemente de la etnia, la identidad, el estatus socioeconómico y otros factores personales. El enfoque positivo de la sexualidad es esencial en este ámbito, partiendo desde el respeto, el placer y la seguridad como partes de todo proceso sexoafectivo.
Con el fin de alcanzar la salud sexual a nivel individual, la OMS considera que se requiere:
- Libre acceso a información integral y de calidad sobre el sexo y la sexualidad.
- Posibilidad de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva (diagnóstico de ETS, prevención de embarazos no deseados, detección de patología en órganos sexuales y más).
- Conocimiento de los riesgos, las desventajas y los efectos secundarios de la práctica sexual sin protección.
- Residencia en un entorno que promueva y exprese la salud sexual en todas sus formas.
La salud sexual tiene como antagonistas diversos eventos asociados al sexo y el contexto sociocultural que lo rodea, como las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos y abortos no deseados, la disfunción sexual y el estigma que conlleva, la violencia sexual y las prácticas nocivas asociadas al sexo. El objetivo es prevenir estos eventos a partir de educación, positividad, medidas legales y diálogo.
14 de febrero: el Día Europeo de la Salud Sexual
Todos sabemos que el 14 de febrero es San Valentín, una fecha en la que teóricamente se conmemoran las buenas obras realizadas por san Valentín de Roma, relacionadas con el concepto universal del amor y la afectividad. Más allá de flores y bombones, en esta fecha se celebra el Día Europeo de la Salud Sexual, el cual se centra en concienciar, educar y actuar para promover el bienestar sexual de la población europea de forma anual. En esta fecha, se pone especial atención en las infecciones y enfermedades de transmisión sexual (ETS e ITS), destacando el problema del VIH en la población y sus efectos biológicos, psicológicos y sociales.
Diversos centros sanitarios, universidades y figuras legislativas se unen este día para concienciar a la población sobre la salud sexual y cómo alcanzarla. Algunos de los puntos más importantes para el Día Europeo de la Salud Sexual son:
- Facilitar que todas las personas tomen decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva, y asegurar que se respeten, protejan y cumplan sus derechos humanos.
- Asegurar que todas las personas puedan disfrutar del más alto estándar alcanzable de salud sexual y reproductiva y bienestar.
- Garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y eliminar las desigualdades.
Cada día, más de 1 millón de personas contraen una infección de transmisión sexual (ITS). Aunque esta cifra ya resulte mareante por sí sola, más impresionante aún es saber que 374 millones de pacientes se contagian con alguna de estas 4 ITS de forma anual: gonorrea, clamidia, tricomoniasis y sífilis. También hay que tener en cuenta a nivel epidemiológico al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el cual se ha cobrado unos 40 millones de vidas desde su descubrimiento.
Más allá de cifras y estadísticas, también hay que factorizar que las infecciones y enfermedades de transmisión sexual no tratadas pueden derivar en efectos secundarios severos, como infertilidad, inflamación crónica, abortos, embarazos ectópicos e incluso cáncer. Promover la prevención y la detección temprana de los cuadros provocados por microorganismos de transmisión sexual es esencial en una fecha como esta.
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.