Los problemas gastrointestinales son muy habituales en la población general. Todos hemos tenido retortijones, dolor abdominal, diarrea o náuseas en algún momento de nuestra vida: el aparto digestivo es un sistema abierto expuesto a microorganismos y sustancias nocivas, por lo que es normal que se manifiesten síntomas en él. Vamos más allá, pues según estudios internacionales se estima que hasta el 40 % de la población podría sufrir un proceso digestivo patológico y crónico (de larga duración).
En las siguientes líneas, te mostramos 15 enfermedades digestivas comunes y sus síntomas principales. Aunque la mayoría de ellas se consideren de gravedad moderada-media, detectarlas a tiempo es esencial para mejorar la calidad de vida del paciente. El malestar en el tubo digestivo se puede prevenir y controlar si se toman las medidas adecuadas, tanto farmacológicas como dietéticas.
1. Dispepsia
El término dispepsia funcional se aplica para los signos y síntomas recurrentes de indigestión que no tienen una causa evidente. Esta condición cursa con una sensación de ardor/malestar en la región del hemiabdomen superior, distensión, saciedad precoz, eructos, náuseas e incluso vómitos. En la dispepsia funcional no hay cambios evidentes en el tubo digestivo tras la realización de pruebas diagnósticas. Si se encuentra un motivo desencadenante, hablamos de dispepsia secundaria.
La dispepsia afecta a 1 de cada 5 personas en el mundo. Esto hace que sea una de las enfermedades o condiciones digestivas más comunes con mucha diferencia. En caso de que la dispepsia sea secundaria a un proceso patológico previo se debe tratar la causa principal para acabar con ella, pero en su variante funcional se suelen recetar ciertos medicamentos bastante genéricos: domperidona, cisaprida y eritromicina son algunos de ellos. De todas formas, recordamos que la toma de cualquier fármaco a largo plazo debe estar supervisada por un profesional en salud, tenga receta o no.
2. Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
La enfermedad por reflujo gastroesofágico, abreviada como ERGE, se presenta cuando el contenido del estómago se devuelve al esófago. Como consecuencia, el tubo de deglución se puede ver dañado debido a la exposición de ácidos gástricos. Sentir acidez y reflujos tras comidas pesadas de forma esporádica es algo normal, pero que esto se repita y los síntomas se tornen demasiado molestos hace necesaria una visita al médico digestivo. Aproximadamente, el 20 % de la población occidental tiene ERGE.
El síntoma más común del ERGE es una clara sensación de ardor en el pecho, que suele empeorar después de comer y al acostarse. También se puede sentir un malestar en la parte alta del abdomen, náuseas o que los alimentos se atoran por detrás del esternón. En los casos más leves, con ciertos cambios dietéticos, modificaciones en el estilo de vida y consumo de antiácidos de venta libre suele ser suficiente para paliar la condición. La cirugía antirreflujo solo se plantea si el resto de abordajes no funcionan.
3. Enfermedad celiaca
La celiaquía es una de las enfermedades digestivas más conocidas por la población general. En esta afección de naturaleza autoinmune, el sistema inmunitario del paciente genera anticuerpos como respuesta a la ingesta de alimentos con gluten y prolaminas relacionadas. El intestino dañado por la condición no puede absorber bien los alimentos, lo que deriva en signos y síntomas que van más allá del aparato digestivo. Se estima que 1 de cada 100 personas son celiacas, pero muy pocas lo saben por lo general de la sintomatología.
Los síntomas tras el consumo de gluten en los celiacos incluyen dolor abdominal, estreñimiento, falta de apetito, diarrea, náuseas, vómitos, pérdida de peso y deposiciones anormales. Si no se controla, la sintomatología se puede extender a muchos más órganos y sistemas. La enfermedad celiaca no se puede curar, pero es posible que las vellosidades intestinales sanen y se detenga el malestar si se sigue una dieta estricta exenta de gluten.
4. Síndrome del intestino irritable (SII)
Más que una enfermedad en sí misma, el síndrome del intestino irritable (SII) es un conjunto de síntomas que se presentan juntos e incluyen dolor repetido en el abdomen y cambios en las evacuaciones (estreñimiento, diarrea o ambos). Cabe destacar que esta condición cursa sin señales evidentes de inflamación o daños en el intestino, lo que la diferencia de otras entidades clínicas que veremos en líneas posteriores. El SII afecta del 10 al 25 % de la población global.
Se desconoce la causa del síndrome del intestino irritable, pero las anomalías nerviosas intestinales, los movimientos musculares del intestino más fuertes de lo normal, el desbalance de la microbiota intestinal y el estrés a una edad temprana pueden jugar un papel esencial en su desarrollo. El tratamiento busca aliviar la sintomatología y mejorar la calidad de vida con cambios comportamentales y dietéticos. También se pueden recomendar medicamentos como alosetrón, eluxadolina, rifaximina y más según las necesidades del paciente.
5. Colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII). A diferencia del síndrome del intestino irritable, aquí sí que se puede observar a través de pruebas de diagnóstico una inflamación crónica de los tejidos del tracto digestivo. La colitis ulcerosa afecta exclusivamente al colon, sobre todo en la zona rectal, y evoluciona de modo recurrente con brotes. Este cuadro clínico tiene una incidencia de 9 a 20 casos por cada 100 000 personas al año.
Los síntomas dependen de la gravedad de la inflamación y su localización, pero se puede experimentar expulsión de sangre con heces, dolor abdominal, fiebre y pérdida de peso. No se conocen las causas exactas de esa enfermedad, pero está cada vez más aceptado que la predisposición genética y el sistema inmunitario están involucrados. En general, se requiere terapia farmacológica o cirugía para abordar la colitis ulcerosa.
6. Enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn es otro de los tipos de enfermedad inflamatoria intestinal. De todas formas, en este cuadro clínico se pueden ver comprometidas otras partes del tubo digestivo, aunque la inflamación se observa casi siempre en el extremo inferior del intestino delgado y el comienzo del intestino grueso. Su incidencia general es de 3 a 20 casos por cada 100 000 personas al año, lo que hace que sea algo menos común que la colitis ulcerosa.
Los síntomas más comunes de este tipo de EII son dolor abdominal, fatiga, pérdida de peso, deposición de diarreas acuosas, falta de apetito y sensación de necesidad de defecar aun cuando los intestinos están ya vacíos. No hay ningún medicamento que pueda curar la enfermedad de Crohn, pero sí se puede manejar a nivel sintomático con aminosalicilatos, corticoesteroides, inmunomoduladores, terapias biológicas y otros fármacos. Aun con terapia farmacológica, muchas personas con esta enfermedad (hasta el 60 %) requieren cirugía: resección del intestino delgado, colectomía, proctocolectomía y más.
7. Gastritis
La gastritis es otra de las enfermedades digestivas más comunes. Este término hace referencia a un grupo de patologías digestivas con un punto en común: la inflamación del tejido que reviste el estómago. Al igual que otras muchas condiciones que afectan al tubo digestivo, puede ser de aparición rápida (aguda) o sostenida en el tiempo (crónica). Las infecciones bacterianas, el uso frecuente de analgésicos, el alcoholismo, la edad avanzada, el estrés, el tratamiento oncológico y otras patologías son factores predisponentes. La gastritis aguda afecta a 8 de cada 1000 personas, mientras que la crónica a 2 por cada 10 000 habitantes.
Una de las causas más comunes de la gastritis es la infección por Helicobacter pylori, una bacteria que vive en el estómago y es capaz de propiciar la aparición de úlceras estomacales y cáncer de estómago. Esta infección se trata con al menos 2 antibióticos de uso simultáneo, además de ciertos fármacos para curar el estómago (inhibidores de bomba de protones, bloqueadores de la histamina y más). En caso de que el desencadenante sea otro, se pueden requerir otros abordajes clínicos.
8. Diverticulosis
La diverticulosis es una de las enfermedades digestivas más comunes en la población, sobre todo en aquellas personas mayores de 50 años. En esta afección, se forman pequeños sacos que sobresalen a través de puntos débiles en la pared del colon. El 5- 10 % de la población tiene divertículos en el colon, pero por suerte en el 80 % de los casos estas formaciones son asintomáticas.
9. Diverticulitis
Citamos una patología que se considera consecuencia directa de la anterior. En caso de que los divertículos del colon se inflamen y/o infecten, se pasa de diverticulosis a diverticulitis, un cuadro más grave que sí es sintomático. Entre los signos que más se experimentan, destaca el dolor abdominal persistente, las náuseas y vómitos, la fiebre, la sensibilidad abdominal y el estreñimiento. Alrededor del 25 % de las personas con diverticulitis pueden sufrir complicaciones, como obstrucciones intestinales, abscesos, fístulas y peritonitis.
Si la diverticulitis no es muy complicada, se puede tratar con una dieta líquida y antibióticos, aunque esto último solo si hay signos de infección y el profesional médico lo recomienda. En caso de que la situación sea más grave, se pueden requerir antibióticos por vía intravenosa, colocación de tubos para drenar posibles abscesos y cirugía.
10. Hemorroides
Quizá te sorprenda ver un elemento como este en el listado, pero hay que tener en cuenta que el ano y el recto también forman parte del aparato digestivo. Las hemorroides son venas hinchadas que se sitúan en estas secciones y tienen un aspecto similar a las venas varicosas. Dependiendo de si son internas o externas, pueden crear diversos signos y síntomas: picazón, dolor al defecar, sangre brillante en las heces y más. Son extremadamente comunes y afectan al 20-50 % de la población, pero por suerte en la mayoría de los casos se pueden tratar con cambios en la dieta y remedios caseros.
Cánceres: 5 enfermedades digestivas más
Ya hemos citado 10 enfermedades digestivas comunes en la población general. De todas formas, por desagradable que sea, siempre hay que hablar del cáncer y su importancia epidemiológica. En la siguiente lista, recogemos de forma somera las características y cifras sobre las neoplasias malignas que afectan al aparato digestivo:
- Cáncer de esófago: en Estados Unidos, este tipo de cáncer representa la séptima causa de muerte por cáncer más común en varones. Cursa con síntomas como dificultad para tragar (disfagia), pérdida de peso, dolor torácico detrás del esternón, problemas respiratorios, hipo y más.
- Cáncer de estómago: el riesgo de desarrollar esta patología en hombres es de 1 entre 96, 1 entre 152 para mujeres. La gran mayoría de los pacientes son adultos (en general con 65 años o más). Por desgracia, este tipo de cáncer reporta un pronóstico general bastante pobre.
- Cáncer de intestino delgado: el cáncer del intestino delgado es mucho más raro que el resto de elementos de este listado. Se manifiesta con dolor en la parte media del abdomen, pérdida de peso sin motivo aparente, aparición de un bulto abdominal y presencia de sangre en las heces.
- Cáncer de colon: el cáncer de colon es uno de los más habituales en todo el mundo, pues hay alrededor de 1 entre 24 posibilidades de padecerlo a lo largo de la vida. Su sintomatología es similar a la de otros elementos de la lista, pero por suerte el pronóstico ofrece mejores cifras. Si se detecta en su estadio localizado, la tasa de supervivencia a 5 años del diagnóstico puede superar el 90 %.
- Cáncer rectal: aunque no se trate de las mismas entidades clínicas, el cáncer de colon y el de recto se suelen agrupar dentro de la misma enfermedad. Comparten varias manifestaciones, tratamientos y pronóstico.
De los 10 tipos de cáncer más comunes en todo el mundo, 4 de ellos aparecen distintas partes del tubo digestivo. Es esencial acudir a un profesional médico cuanto antes si se experimentan síntomas como pérdida de peso sin motivo aparente o presencia de sangre en las heces, pues estos son algunos de los avisos más claros del desarrollo de una posible neoplasia gastrointestinal.
Son muchas las enfermedades digestivas comunes en la población general. Muchas de ellas comparten signos y síntomas, por lo que puede ser difícil diferenciarlas sin una serie de pruebas diagnósticas dirigidas (como la ecografía abdominal, la colonoscopia, la gastroscopia, las pruebas de intolerancias y más). De todas formas, una cosa queda clara al leer estas líneas: si tienes un malestar digestivo recurrente o que no desaparece en unos pocos días, se hace esencial una visita al médico.
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.
1 replies on “15 enfermedades digestivas comunes“
Maragarita Silva
7 de marzo de 2024
Buenas tardes doctor,
Soy Gloria Sanchez y soy de Ecuador. Actualmete estoy muy preocupada porque tengo mucho malestar en mi estómago que se resume en lo siguiente:
A las 7 am empieza mi via crucis. A esta hora, cada dia, mi estómago empieza a rugir y un leve dolor y nerviosismo aparecen, este dolor aumenta en intensidad a medida que voy al baño a defecar. Una vez que salgo defecando, me dá mareo, decaimiento general, debilidad, náuseas, nerviosismo en mi cuerpo. Es decir, estos síntomas los tengo antes y después de defecar y permanecen en mí hasta la tarde 5 o 6 pm. Esto me ocurre cada dia cuando normalmente voy a defecar, pero cuando no defeco, es peor la intensidad del dolor de los síntomas y no me dá apetito, se me infla un poco el estómago y el dia me resulta horrible.
Estoy en tratamiento con una médica gastroenteróloga, pero lamentablemente ella no tiene ningún diagnóstico para mí,
La doctora que me está tratand, no sabe qué es lo que tengo. Estoy muy preocupada por mi salud porque en los exámenes que me han hecho no aparece nada que sea grave, pero el dolor y los síntomas persisten. Tengo 4 años con este problema de salud y he tomado una gran cantidad de medicina.
Por favor doctor yo quisiera que mé luces sobre qué podría yo tomar como medicina extra para ayudarme en el tratamiento.
Agradezco mucho su ayuda y le quedo eternamente reconocida.
Por favor envíeme cualquier respuesta a mi correo electrónico [email protected] porque no tengo computadora y me resultaria dificil ver su respuesta.
Infinitas gracias,
Margarita Silva