El embarazo es una época tan bella como demandante a nivel fisiológico. En esta etapa, la mujer debe a enfrentarse a cambios corporales muy importantes, pero también a variaciones hormonales y una montaña rusa de emociones. Más allá de náuseas, vómitos, antojos de alimentos y dolor de espalda, la gestación también conlleva preocupación e inseguridad con respecto al futuro del bebé, entre otros muchos sentimientos.
Algunas condiciones crónicas sin cura pueden interactuar con múltiples procesos vitales, entre ellos la gestación. Esto incluye a las reacciones adversas a ciertos alimentos, como la intolerancia a la lactosa, las alergias, las sensibilidades o la celiaquía. En las siguientes líneas, te contamos todo lo que debes saber sobre el embarazo y la enfermedad celiaca.
Enfermedad celiaca: definición y relación con la reproducción
La enfermedad celiaca se define como una afección del sistema inmunitario en la que las personas no pueden consumir gluten. En ciertos casos con predisposición genética, la ingesta de gluten (principal proteína en trigo, espelta, cebada y más) provoca una respuesta inmunitaria en la mucosa intestinal. Esto desemboca en una inflamación crónica y atrofia de las vellosidades del intestino, lo que se traduce en los síntomas y complicaciones de la patología.
La celiaquía resulta de la interacción entre el gluten, el sistema inmunitario, la genética y el ambiente. La enfermedad no se manifiesta a menos que la persona tenga alelos que codifiquen las proteínas HLA-DQ2 o HLA-DQ8, producto de dos de los genes del complejo HLA. No todas las personas con predisposición genética manifiestan celiaquía, pero todos los celiacos están genéticamente predispuestos. Estudios estiman que un 1 % de la población general es celiaca, aunque se trata de una condición infradiagnosticada por lo general de sus síntomas.
La relación entre la enfermedad celiaca y el ciclo reproductivo femenino es compleja. Por ejemplo, fuentes profesionales citan que una celiaquía no diagnosticada podría vincularse con infertilidad. También podría relacionarse con menarquia tardía, menopausia prematura, amenorrea secundaria e, incluso, abortos recurrentes en el embarazo. De todas formas, hay evidencias contradictorias y, en general, los resultados no son concluyentes.
¿Cuál es la relación entre la celiaquía y el embarazo?
La única forma de tratar la enfermedad celiaca es dejar de consumir alimentos con gluten, y esto no cambia durante el embarazo. La interacción entre está condición y la gestación se puede resumir en 2 puntos concretos, aunque existen muchos más:
- La enfermedad celiaca hace que sea más complicado absorber ciertos minerales y vitaminas. En este caso, el feto puede no estar lo suficientemente bien nutrido.
- También es posible que algunos de los anticuerpos generados durante la enfermedad celiaca sean capaces de dañar la placenta y afectar tanto a la madre como al hijo.
Fuentes ya citadas han asociado con suficiente evidencia científica la enfermedad celiaca no controlada maternal con infrapeso del bebé al nacimiento y restricción del crecimiento intrauterino (IUGR, por su traducción al inglés). La IUGR por sí sola es una complicación importante de la gestación y se calcula que es responsable de un aumento de 5 a 20 veces en la mortalidad perinatal y de una morbilidad cuantificable.
Hasta el 85 % de las mujeres celiacas que tienen un aborto durante el embarazo lo hacen antes de ser diagnosticadas con enfermedad celiaca. Por suerte, una vez se controla con la dieta, el riesgo de complicaciones gestacionales no tiene por qué ser mayor en comparación con la población general.
Elementos importantes para la dieta durante el embarazo
Ante cualquier duda relacionada con la celiaquía y el embarazo, te recomendamos acudir a tu profesional médico y nutricionista de confianza. Estas líneas son informativas y pueden ayudarte a hacerte una idea general sobre las necesidades nutricionales de una persona celiaca en la gestación, pero nunca sustituirán la mirada integrativa de un profesional en la materia.
Una vez tenemos esto claro, hay que destacar que se suele recomendar el consumo de ciertos suplementos incluso antes de que la mujer celiaca se quede embarazada. Debido a los problemas intestinales que conlleva esta condición y las restricciones dietéticas que hay que llevar a cabo en el día a día, es posible que las personas con celiaquía tengan deficiencias de micronutrientes como calcio, hierro, fibra, ácido fólico, zinc, vitamina D y magnesio.
Lo mejor en casi todos los casos es obtener estos nutrientes de forma orgánica con una dieta variada, pero durante el embarazo es posible que se requiera cierta ayuda para que el bebé crezca lo más sano posible. En la siguiente lista, citamos algunos de los micronutrientes que mayor atención requieren en mujeres embarazadas con enfermedad celiaca:
- Ácido fólico: según fuentes sanitarias, se recomienda a las mujeres embarazadas consumir 400 microgramos de ácido fólico cada día, desde antes del inicio hasta la semana 12 de gestación. En caso de chicas celiacas, se puede recomendar subir esta dosis estándar para contrarrestar una posible malabsorción a nivel intestinal. Este micronutriente es vital para evitar malformaciones y fallos nerviosos en el feto.
- Hierro: la anemia ferropénica, o anemia por deficiencia de hierro, es una de las condiciones más comunes en las personas celiacas no diagnosticadas. En las mujeres que han sido diagnosticadas con la enfermedad recientemente, puede que no haya habido tiempo suficiente para que los niveles de hierro en sangre se estabilicen. Hay que discutir este parámetro con el médico y realizarse las pruebas necesarias antes de embarcarse en el viaje del embarazo.
- Calcio: en algunos casos, la enfermedad celiaca puede cursar también con una intolerancia adquirida a la lactosa. Si el nutricionista recomienda retirar los lácteos de la dieta, puede ser necesario consumir suplementos de calcio durante el embarazo.
- Otras vitaminas y minerales: el daño en las vellosidades intestinales derivado de la celiaquía no tratada puede causar malabsorción y deficiencia de muchos micronutrientes, como zinc, vitamina D, vitamina B12 y otras. Estas sustancias son muy importantes para el desarrollo del bebé, así que puede ser necesaria una suplementación o cambios en la dieta para evitar complicaciones.
Estos son solo algunos de los nutrientes a los que hay que prestar atención durante el embarazo, sobre todo si la mujer acaba de recibir el diagnóstico de la celiaquía y no le ha dado tiempo a su cuerpo a recuperarse de los daños intestinales. Si quieres saber más sobre las pautas para mujeres gestantes con esta condición, te recomendamos visitar el siguiente enlace.
Un riesgo compartido
El embarazo y la enfermedad celiaca están muy relacionados, pero también hay que tener en cuenta que después del parto queda mucho camino por recorrer. Se estima que entre el 5 y el 15 % de los niños de padres celiacos también acabarán siéndolo a lo largo de la vida, un factor a tener muy en cuenta en los posibles procesos médicos posteriores del bebé. De todas formas, a menos que tenga síntomas, no se recomienda realizar pruebas diagnósticas hasta después de que se cumplan los 3 años de edad.
La enfermedad celiaca es complicada de entender y, para tratarla, se requiere un abordaje integrativo tanto a nivel médico como nutricional. Si tienes planes de quedarte embarazada y crees que eres (o puedes ser) celiaca, no dudes en ponerte en manos de un profesional.
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En VIVOLABS, somos expertos en el diagnóstico de la enfermedad celiaca. Contamos con un test genético que te permitirá conocer, a ti o a tu hijo, el riesgo de desarrollar esta condición a lo largo de la vida. La toma de muestra es a partir de mucosa bucal y se puede hacer desde la comodidad del hogar sin ningún problema, así que es apta tanto para niños como para adultos.
También ponemos a tu disposición una prueba de sangre que detecta los anticuerpos frente el gluten, lo que confirma la enfermedad celiaca al momento del análisis. No se requiere ni cita previa ni prescripción médica para llevar ninguno de nuestros estudios a cabo. Además, todos incluyen una llamada informativa con nuestro equipo profesional de genetistas.
Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.
