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¿Qué es el trastorno disfórico premenstrual?

La menstruación es un periodo natural en la vida de toda mujer que conlleva una serie de desafíos tanto físicos como psicológicos. Los cambios hormonales durante este ciclo pueden derivar en un cuadro conocido como “síndrome premenstrual”, el cual afecta hasta al 50% de las personas con genitales femeninos, sobre todo aquellas que se acercan a la menopausia. El síndrome premenstrual puede cursar con síntomas como distensión abdominal, estreñimiento, dolor de cabeza, fatiga y sentimientos de tristeza, tensión, ansiedad o nerviosismo.

Sentirse algo decaída o rara en los días previos a la menstruación es natural, pero llegar hasta un punto en el que estas sensaciones se tornan incapacitantes o muy intensas no. En las siguientes líneas, exponemos las causas, los síntomas y el tratamiento del trastorno disfórico premenstrual.

¿Qué es el trastorno disfórico premenstrual?

El trastorno disfórico premenstrual, abreviado como TDPM, es una extensión grave y a veces incapacitante del síndrome premenstrual. En ambos casos, los síntomas suelen comenzar entre los 7 y los 10 antes de que comience el periodo y pueden continuar unos pocos días después de que este se haya iniciado. La mayoría de las mujeres experimentan cambios físicos y conductuales leves en estos momentos, pero se estima que un 5-8% de ellas tienen sensaciones y sentimientos que pueden afectar de forma considerable al desempeño personal.

Aunque los síntomas de esta condición son conocidos desde hace siglos, su variante más grave solo se está diagnosticando a partir de las últimas décadas. A día de hoy, este conjunto de signos clínicos está reconocido como un trastorno psiquiátrico propio que requiere tratamiento, ya sea conductual, farmacológico, psicológico o una combinación de todos ellos.

Se estima que del 70 al 90% de las mujeres en edad reproductiva presentan algún tipo de malestar premenstrual. Aproximadamente 1/3 de este porcentaje manifiesta experimentar síntomas lo suficientemente intensos como para categorizarse dentro del síndrome premenstrual (SPM). De todas las chicas con SPM, el 3-8% terminan por desarrollar un trastorno disfórico premenstrual.

Síntomas y criterios de inclusión

El trastorno disfórico premenstrual está incluido como trastorno psiquiátrico en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DMS-V), publicado y actualizado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA). Para que los síntomas de la paciente sean reconocidos como tal, deben cumplirse los siguientes criterios:

  1. Deben aparecer al menos 5 síntomas en la semana anterior al inicio del periodo. La sintomatología debe comenzar a mejorar a los pocos días de iniciarse el periodo, y tornarse mínima o ausente en las semanas post-menstruación.
  2. Uno o más de los siguientes síntomas deben estar presentes en el periodo citado:
    • Sentimiento depresivo marcado, sensación de desesperanza o baja percepción propia.
    • Sensación marcada de ansiedad, tensión y/o sentimiento de estar al filo.
    • Fluctuación emocional.
    • Irritabilidad marcada y/o aumento de los conflictos con el entorno.
  3. Uno o más de los siguientes síntomas deben estar presentes en el periodo citado para llegar a los 5 síntomas (o más) totales:
    • Pérdida de interés en actividades habituales.
    • Dificultad subjetiva para concentrarse.
    • Letargia, facilidad para cansarse y falta de energía.
    • Tendencia al sueño en situaciones anormales o insomnio.
    • Sensación de verse sobrepasada o fuera de control.
    • Síntomas físicos: sensibilidad mamaria, dolor muscular, aumento de peso, hinchazón y más.
  4. Los síntomas se asocian a una angustia significativa a nivel clínico y/o interfiere con el trabajo, instituto, actividades sociales usuales e interacciones interpersonales.
  5. El malestar no surge como la exacerbación de los síntomas de otro trastorno, como un trastorno depresivo mayor, un trastorno de la personalidad o un trastorno depresivo persistente (distimia).
  6. El punto número 1 debe confirmarse mediante clasificaciones diarias prospectivas durante al menos 2 ciclos sintomáticos, aunque puede que el diagnóstico llegue de forma provisional antes.
  7. Los síntomas no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de otra enfermedad (como un problema de la tiroides), y tampoco al consumo de sustancias como drogas, medicaciones y otros tratamientos.
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¿Cuáles son las causas?

No se conocen las causas exactas del síndrome premenstrual y, por tanto, tampoco las del trastorno disfórico premenstrual. De todas formas, evidencias científicas recientes recogen que, aunque los ciclos hormonales de las mujeres afectadas sean normales, muestran una sensibilidad más elevada a sus variaciones. Esto podría llegar a fomentar los cambios físicos, conductuales y psicológicos del TDPM. Las hormonas sexuales (y sus variaciones) como la progesterona, el estrógeno y la alopregnanolona parecen estar implicadas. También hay que citar el rol de ciertos neurotransmisores, como la serotonina, el GABA, el glutamato y las endorfinas.

Más allá de su fisiopatología, se han detectado ciertos factores de riesgo que fomentan el desarrollo del trastorno disfórico premenstrual. Entre ellos, destacamos los siguientes:

  • Padecer ansiedad, trastorno depresivo mayor o trastorno afectivo estacional (TAE).
  • Abusar de alcohol y otras drogas.
  • Padecer trastornos tiroideos.
  • Haber vivido eventos traumáticos.
  • Ser fumadora.
  • Tener obesidad.

La genética también podría tener un papel importante en el desarrollo de esta patología. De todas formas, se requieren más investigaciones para confirmarlo.

Diagnóstico del trastorno disfórico premenstrual

El trastorno disfórico premenstrual no se puede diagnosticar con técnicas de imagen o pruebas de laboratorio. Para llegar a él, se pueden proponer cuestionarios específicos con preguntas para la paciente (haciendo hincapié en la severidad de los síntomas), realizar un calendario con los síntomas premenstruales durante un periodo temporal concreto, un historial clínico completo del paciente, un examen físico y uno pélvico. La evaluación psiquiátrica también es necesaria para descartar otras afecciones.

¿Cómo se trata el trastorno disfórico premenstrual?

Al igual que en el caso anterior, no hay un tratamiento exacto que funcione para toda persona con trastorno disfórico premenstrual. De todas formas, en casi todos los casos el primer paso para abordarlo es hacer cambios en el estilo de vida. Esto comprende adoptar una alimentación sana y variada, practicar ejercicio aeróbico de forma regular (no solo durante las etapas sintomáticas) y mantener los hábitos de sueño dentro de rangos normales.

Algunos de los abordajes médicos que se pueden plantear, más allá de los cambios conductuales, son los siguientes:

  • Suplementos nutricionales: según fuentes médicas, el consumo de calcio, vitamina B6, magnesio y otros micronutrientes puede ayudar a reducir la intensidad de la sintomatología del trastorno disfórico premenstrual. De todas formas, antes de tomar cualquier suplemento, se requiere guía de un profesional en la salud.
  • Antidepresivos: entre el 60 y el 75% de las mujeres con este trastorno mejoran al iniciar el consumo de ciertos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (SSRIs). Además, en algunos casos no se requiere seguir el régimen farmacológico típico, pues a veces se plantea su consumo solo durante la segunda parte del ciclo menstrual.
  • Píldoras anticonceptivas: estos medicamentos también pueden ayudar a disminuir la intensidad de la sintomatología del trastorno.

Más allá de las medicinas, el tratamiento psiquiátrico también es esencial. La terapia cognitivo-conductual puede ser de gran ayuda para manejar los síntomas de este trastorno. Además, contar con apoyo psicológico previene que la condición empeore de forma significativa el estado emocional de la paciente.

Los sudores nocturnos pueden tener causas emocionales.

El trastorno disfórico premenstrual es una condición médica y psiquiátrica que requiere tratamiento. Si te has visto reflejada en estas líneas, no dudes en pedir ayuda y ponerte en manos de un profesional. Sentir un ligero malestar por las oscilaciones hormonales durante el ciclo menstrual es natural, pero verse completamente incapacitada por ellas no. Con el abordaje adecuado, es posible mantener una vida sana y controlar los síntomas.

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2 replies on “¿Qué es el trastorno disfórico premenstrual?

  • Irenita

    Muy buenas! quiero compartir por aquí algo que me ha pasado últimamente y que creo que le puede venir bien a alguien del grupo.
    Llevo meses con el diagnóstico de trastorno disfórico premenstrual… estaba segura de que lo tenía porque todos los síntomas coincidían. Además si miraba atrás en el pasado, durante años venía patrones claros.
    Pues bien, tras meses de terapia y autoconocimiento, decidí dejar mi trabajo (una dura decisión porque tenía un trabajo muy bueno) y a raíz de dejar el estrés a un lado y mejorar muchos aspectos de mi vida, parece que el trastorno ha desaparecido por completo… increíble. Tengo el periodo y hasta ahora me ha cambiado y no siento casi nada los días, semanas de antes. Entonces me pregunto cuánto será el impacto del estrés, traumas y problemas no resueltos en esta condición.
    He desarrollado un poco más esta historia en este post por si a alguien le interesa: https://20porciento.com/trastorno-disforico-premenstrual-test/
    Un saludo!

    Responder

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