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Sed excesiva o polidipsia: posibles causas

El agua es esencial para la vida. Este fluido supone el 60-65 % de nuestro cuerpo y sin él sería imposible llevar a cabo prácticamente todos los procesos que nos mantienen funcionales, como la digestión, la distribución de nutrientes por el organismo, la excreción de productos de desecho y más. Por esta razón, no es de extrañar que el ser humano requiera ingerir entre 2,5 y 4 litros de agua al día para mantenerse sano.

Aunque casi siempre se recomienda “escuchar” al cuerpo y consumir tanta agua como se requiera, existen ciertas ocasiones en las que se puede llegar a sentir sed excesiva fuera de lo normal. Desde un punto de vista médico, esto se conoce como polidipsia y se define de la siguiente forma:

Necesidad de beber con frecuencia y abundantemente, que se presenta en algunos estados patológicos.

La polidipsia puede tener múltiples causas y, en general, se acompaña de una micción excesiva (poliuria) y niveles bajos de sodio en sangre (hiponatremia). En las siguientes líneas, te exponemos las posibles causas por las cuales se puede sentir una sed excesiva. De todas formas, te recomendamos que ante este signo atípico (o cualquier otro) busques atención médica más allá de la información aquí expuesta.

1. Ingesta de ciertas comidas

Aunque la condimentación de muchos platos les otorga un sabor delicioso, el uso excesivo de ingredientes como sal y azúcar puede provocar una mayor necesidad de ingerir agua. A medida que se consumen ciertos elementos presentes en comidas, estos pasan al torrente sanguíneo y requieren una “extracción” de fluidos de los tejidos a la sangre para mantener el equilibrio. Esto manda señales para reponer los fluidos perdidos, lo que se traduce en sed.

Aunque esta explicación básica parezca muy clara en primera instancia, es necesario destacar que no hay un acuerdo científico entre el consumo de sal y una mayor sed. De todas formas, merece la pena destacar la ingesta de ciertos alimentos como una de las causas más habituales de una sed excesiva, siempre y cuando esta sea puntual.

2. Diabetes mellitus

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica en la cual el cuerpo no puede regular la cantidad de glucosa en sangre. Esto puede deberse a una falta de producción de insulina, a que las células no responden de manera adecuada ante la presencia de insulina, o ambas razones. Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 420 millones de personas viven con diabetes en todo el mundo. Si no se trata a tiempo, este cuadro puede derivar en daños nerviosos y sistémicos permanentes.

La diabetes se traduce en un exceso de glucosa en sangre, lo que avisa a los riñones de una mayor necesidad de producir orina para desechar el exceso de azúcares. Naturalmente, una mayor micción provoca una sed excesiva. Es por ello que la polidipsia es uno de los síntomas más reveladores de un cuadro diabético no controlado.

3. Diabetes insípida

La diabetes insípida es un trastorno poco común que cursa con un desequilibrio de líquidos en el cuerpo. Esta enfermedad ocurre por la falta total o relativa de producción/acción de la hormona antidiurética, esencial para que los riñones controlen la cantidad de agua y sal en el cuerpo. Como consecuencia, los riñones no pueden concentrar la orina con normalidad y se elimina una gran cantidad de orina diluida. Por motivos obvios, este cuadro también provoca polidipsia.

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4. Anemia

En la anemia, el paciente carece de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar la cantidad adecuada de oxígeno a los distintos tejidos del cuerpo. Los cuadros más leves pueden provocar síntomas como fatiga, debilidad y algo de palidez, pero a medida que la enfermedad progresa se puede experimentar una sed excesiva.

5. Boca seca

La boca seca no es una enfermedad en sí, sino otro síntoma de que algo no va del todo bien en el organismo. Muchos cuadros y situaciones pueden cursar con sequedad bucal, como el consumo de ciertos medicamentos (antidepresivos, ansiolíticos, antihistamínicos, broncodilatadores y más), daño nervioso, intervención quirúrgica en las glándulas salivares y tabaquismo, entre otros.

La boca seca nos anima a beber más agua de lo normal, pero también puede ser una de las múltiples señales de un cuadro de deshidratación. Sea la causa o la consecuencia, la sed excesiva y la sequedad bucal son síntomas muy interrelacionados.

6. Niveles altos de calcio (hipercalcemia)

La hipercalcemia es una enfermedad en la que los niveles de calcio en sangre están más altos de lo normal. La concentración excesiva de este mineral se puede traducir en debilidad ósea, formación de cálculos renales y mal funcionamiento de diversos sistemas, como nervioso y cardiovascular.

El exceso de calcio también hace que los riñones deban trabajar más para filtrarlo, lo que se traduce en una micción excesiva y mayor sed. De nuevo, esto explica que la polidipsia sea uno de los síntomas principales de un cuadro como la hipercalcemia.

7. Diarrea crónica

La diarrea crónica es común en algunos cuadros infecciosos, como las intoxicaciones alimentarias por virus, bacterias, amebas y otros microorganismos (shigellosis, amebiosis y más). En caso de que la excreción de diarrea sea repetida y no se realice la adecuada reposición de fluidos, existe riesgo de deshidratación. Esto se traduce en una mayor necesidad de beber agua, piel seca y pálida, mareos, inactividad y debilidad. La deshidratación es uno de los efectos secundarios más riesgosos de las intoxicaciones alimentarias en países de bajo ingreso.

8. Polidipsia primaria: otras causas de sed excesiva

Hasta ahora, nos hemos centrado en los casos de sed excesiva por una causa concreta (anemia, desbalance electrolítico, diabetes y más). De todas formas, es necesario destacar que existe un tipo de polidipsia, la polidipsia primaria, que ocurre sin un estímulo fisiológico previo. Esto quiere decir que no se acompaña de una sed clara ni una necesidad física de beber, sino que se dirige a un terreno más psiquiátrico y complejo.

Algunas de las causas de la polidipsia primaria son:

  1. Esquizofrenia.
  2. Trastorno obsesivo-compulsivo.
  3. Psicosis.

La fisiopatología de la polidipsia primaria de origen psicógeno es complicada y no se ha descrito en su totalidad. De todas formas, merece la pena destacarla para cerrar este espacio, pues no todos los cuadros de sed se pueden explicar a nivel fisiológico.

¿Cómo afecta el estrés al cuerpo?

La polidipsia es un síntoma complejo que puede indicar un desbalance fisiológico puntual (comer en exceso o deshidratación) o, en su defecto, avisar de una enfermedad subyacente. Si tras beber 3-4 litros de agua al día sigues sintiendo una sed irracional, quizá sea momento de acudir al médico.

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3 replies on “Sed excesiva o polidipsia: posibles causas

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