Shigelosis o infección por shigela

Las condiciones gastrointestinales están a la orden del día en todo el mundo. Ya sea un problema funcional (como síndrome de intestino irritable o enfermedad de Crohn) o una infección por intoxicación alimentaria, los síntomas como la diarrea, las náuseas, los vómitos y el dolor abdominal suponen unas de las primeras causas de visita a los centros sanitarios. En específico, la infección por shigela o shigelosis es un cuadro muy a tener en cuenta en lo que a sintomatología digestiva se refiere.

Aunque las infecciones bacterianas intestinales sean casi de naturaleza anecdótica en muchas regiones de alto ingreso, su prevalencia y tasa de mortalidad aumentan de forma considerable en aquellos países en los que la infraestructura sanitaria es deficiente. En las siguientes líneas, te contamos todo lo que debes saber sobre la infección por shigela y cómo diagnosticarla a tiempo.

¿Qué es la infección por shigela?

La infección por shigela, también conocida como shigelosis o shigellosis, es una enfermedad causada por bacterias del género Shigella (valga la redundancia). Shigella es una bacteria gram-negativa, sin capacidad de movimiento, anaeróbica facultativa y con forma de bacilo que se divide en 4 serogrupos:

• Serogrupo A: comprende a la especie Shigella dysenteriae, la cual se escinde en 12 serotipos. Es poco común en regiones de alto ingreso como EE. UU, pero sí que llega a crear brotes mortales en países más desfavorecidos. Causa disentería con diarrea sanguinolenta.
• Serogrupo B: Shigella flexneri, que cuenta con 6 serotipos. Se puede combatir de forma eficaz con antibióticos, aunque algunas cepas han desarrollado resistencia. También causa disentería y diarrea sanguinolenta.
• Serogrupo C: Shigella boydii, con 23 serotipos distintos. Se encuentra restringida en el subcontinente indio y puede causar disentería.
• Serogrupo-serotipo D: más que un serogrupo, en este caso hablamos de un solo serotipo en la especie Shigella soneii. Se conoce por causar una variante más leve de la enfermedad con diarrea acuosa, pero no disentería.

Tal y como indican fuentes epidemiológicas, la shigelosis es causante de 188 millones de casos anuales, con más de 1 millón de muertes. Vamos más allá, pues Shigella es la causa más común de enfermedad diarreica en niños menores de 5 años en el África sahariana y el sur de Asia. Sin duda, se trata de un cuadro clínico de gran importancia, sobre todo en regiones de bajo ingreso.

Síntomas asociados

Las bacterias del género Shigella citadas son capaces de causar disentería, un trastorno inflamatorio del intestino (especialmente del colon) que se manifiesta con diversos signos y síntomas. Estos suelen aparecer 1-2 días después de la ingesta del patógeno, aunque a veces se demoran hasta una semana. Destacamos los siguientes:

• Diarrea con sangre y/o mucosidad.
• Dolor abdominal agudo de tipo súbito y calambres.
• Dolor rectal acompañado de cólicos.
• Náuseas.
• Vómitos.
• Fiebre.

La duración estimada de los síntomas es de 5 a 7 días, aunque el cuadro se puede prolongar algo más en el tiempo según el caso. También existe la posibilidad de que se desarrollen signos clínicos severos, si bien esto es muy raro. Las complicaciones más graves incluyen delirios, encefalopatía, anuria (ausencia total de orina), convulsiones y hasta coma. La deshidratación derivada de una diarrea no controlada es una emergencia médica muy a tener en cuenta, sobre todo en pacientes débiles (niños, ancianos y personas con inmunosupresión).

Causas de la infección por shigela o shigelosis

Las bacterias del género Shigella suelen encontrarse en las heces de personas infectadas. Estas pueden propagarse en la población a través de agua y/o alimentos en contacto con materia fecal o, en su defecto, por contacto directo. Curiosamente, también es posible que se produzca la transmisión durante la actividad sexual (sobre todo entre personas del sexo biológico masculino) o a través de moscas. De todas formas, cabe destacar que el ser humano es el único reservorio real de este patógeno.

Además, la dosis necesaria para que se produzca la infección es muy baja. Con solo ingerir de 100 a 200 bacterias suele ser suficiente para comenzar a experimentar síntomas, ya que se trata de bacterias bastante resistentes a los ácidos estomacales y a otros mecanismos de defensa. Muchas comidas e ingredientes pueden contener colonias de Shigella, pero los vegetales crudos y el marisco sin cocinar son algunos de los principales sospechosos.

Diagnóstico

En resumidas cuentas, la infección por shigela se suele diagnosticar a partir del historial clínico y el análisis en el laboratorio de una muestra de heces del paciente. Citamos en la siguiente lista más en detalle todas las pruebas que se pueden emplear para la detección de este cuadro, si bien muchas de ellas rara vez son necesarias:

• Análisis de las heces en laboratorio: los estudios bioquímicos de la muestra pueden revelar la presencia de sangre y leucocitos, signos de infección intestinal. Las bacterias presentes en las heces también crecen en medios de cultivo concretos, confirmando así la infección.
• Análisis de sangre: se pueden observar eventos como leucocitosis, leucopenia, anemia y trombocitopenia.
• Estudios de función hepática: en las variantes más severas de la enfermedad, se puede observar un leve incremento de bilirrubina en sangre.
• Estudios de función renal: los niveles elevados de creatinina y otras sustancias en sangre pueden ser indicio de deshidratación.
• Cultivo de sangre: permite detectar la presencia de bacterias causantes de infección en el torrente sanguíneo, una complicación muy grave que puede llegar a ser letal. Esta complicación es más común en niños.

Tratamiento de la shigelosis

El objetivo principal del tratamiento de esta infección es reponer los líquidos, las sales y los minerales que se hayan podido perder por la diarrea. En general, si el estado de salud es bueno y la infección es de naturaleza leve, con mantenerse hidratado y reposar suele ser suficiente para que la shigelosis se resuelva por sí sola.

No se recomienda el uso de fármacos antidiarreicos, pues son capaces de prolongar el curso de la enfermedad. De todas formas, se puede contemplar el recetado de antibiótico en personas susceptibles de desarrollar complicaciones, como niños, ancianos y personas con inmunosupresión. Entre los medicamentos más recetados en este frente, destacan la fluoroquinolona, la azitromicina y la ceftriaxona.

La shigelosis es una infección intestinal de naturaleza relativamente anecdótica en muchos casos, pero puede suponer un verdadero problema en ciertos grupos poblacionales en riesgo. Detectarla cuanto antes es esencial, pues aunque no requiera tratamiento, hay que diferenciarla de otros cuadros infecciosos y tener el abordaje clínico adecuado en mente.

Diagnóstico avanzado

En VIVOLABS, contamos con un estudio de microbiota nociva que diagnostica mediante cultivo la infección por las bacterias del género Shigella, además de otros muchos agentes patógenos. No se requiere ni cita previa ni prescripción médica para llevarlo a cabo y, además, se entrega en forma de un informe personalizado.