Los hongos, englobados a nivel científico bajo el término Fungi, comprenden a más de 140 000 especies de mohos, levaduras y organismos productores de setas. Biológicamente, estos organismos son una fuente de interés constante, pues se suele decir que se encuentran a medio camino entre los vegetales y los animales. No son plantas porque obtienen su energía de la materia orgánica y no pueden hacer la fotosíntesis, pero tampoco son animales porque sus células poseen una pared celular que no está presente en nuestras unidades celulares.
Los hongos se encuentran en hábitats muy diversos, desde la corteza de los árboles hasta los suelos, pasando por la superficie del cuerpo humano. Por desgracia, algunas especies pueden tornarse nocivas al entrar en contacto con nosotros, sobre todo en el caso de personas con enfermedades previas o inmunosupresión. En las siguientes líneas, recogemos 10 enfermedades causadas por hongos y sus particularidades. ¡No te lo pierdas!
1. Candidiasis vaginal
La candidiasis vaginal es una de las infecciones de origen fúngico por excelencia. Los hongos del género Candida son colonizadores comensales del cuerpo humano y se encuentran de forma natural en la cavidad oral, el tracto gastrointestinal y la vagina. En situaciones de normalidad, el sistema inmunitario se encarga de mantener a raya a estos microorganismos, pero existe la posibilidad de que haya una desregulación y el equilibrio se rompa.
El 30 % de las candidiasis vaginales ocurren en mujeres que están recibiendo tratamientos antibióticos. Estos medicamentos pueden acabar con las bacterias “buenas” del entorno vaginal, dejando así más espacio para que Candida prolifere. La dieta deficiente, el estrés y el embarazo también son desencadenantes importantes. Como datos relevantes de este cuadro clínico, cabe destacar que el síntoma más común es el picor en la zona genital y que se debe tratar con antifúngicos (ya sea intravaginales u orales).
2. Blastomicosis
La blastomicosis es una infección provocada por el hongo Blastomyces dermatitidis, endémico en ciertas partes de Norteamérica. Se trata de una enfermedad poco común, pero potencialmente seria, que comienza en los pulmones y tiene el potencial de expandirse al cerebro, estómago, intestino y piel. Se estima que en las zonas en las que el microorganismo es endémico se infectan 1-2 personas por cada 100 000 habitantes. La tasa de mortalidad general es del 4-6 %, aunque el pronóstico empeora de manera considerable en personas inmunosuprimidas o con condiciones pulmonares.
Los síntomas más comunes de esta enfermedad son la fiebre, las toses, los sudores nocturnos, el dolor articular, el cansancio extremo y el malestar en el pecho. Además, suelen aparecer de 3 semanas a 3 meses después de que el paciente inhale las esporas fúngicas del agente causal. El tratamiento de elección son los fármacos antifúngicos orales, aunque los casos graves se pueden tratar con anfotericina B intravenosa.
3. Aspergilosis
El término aspergilosis engloba a todas aquellas enfermedades causadas por hongos del género Aspergillus. El agente causal más común de este grupo biológico es Aspergillus fumigatus, aunque también hay que tener en cuenta a A. flavus, A. niger, A. nidulans y A. terreus. Estos organismos habitan de forma natural en ambientes exteriores e interiores y las personas con sistemas inmunitarios sanos pueden llegar a inhalar sus esporas todos los días sin caer enfermas.
De todas formas, aquellos pacientes VIH-positivos con SIDA y en las personas con enfermedades terminales o tratamientos inmunosupresores muy agresivos, es posible que el hongo Aspergillus genere complicaciones. Hay varios tipos de aspergilosis, aunque la más conocida es la broncopulmonar alérgica, en la que el hongo se instala en los pulmones y se produce una reacción inmunitaria desmedida. El tratamiento y el pronóstico varían mucho según la variante de la enfermedad, el estado previo de salud del paciente y mucho más.
4. Histoplasmosis
La histoplasmosis es una de las enfermedades causadas por hongos que se contraen tras la inhalación de esporas, en este caso de la especie Histoplasma capsulatum. Curiosamente, este hongo se suele encontrar en los excrementos de pájaros y murciélagos, por lo que suele “saltar” al ser humano cuando este se encuentra en procesos de limpieza o restauración de edificios invadidos por animales. De todas formas, como ya ocurre en otros casos, las personas inmunocompetentes suelen ser asintomáticas.
Cuando se presentan signos y síntomas, estos suelen aparecer entre 3 y 17 días después de la exposición, comprendiendo los siguientes: escalofríos, dolor de cabeza, fiebre, tos seca, dolor en el pecho, cansancio y más. En el 20 % de los casos sintomáticos, existe la posibilidad de acabar desarrollando un fallo renal y shock séptico que conduce a la muerte.
5. Onicomicosis (infecciones en las uñas)
Salimos de cuadros graves y entramos en un terreno mucho más común, el de las infecciones fúngicas en las uñas u onicomicosis. Esta es la enfermedad más habitual que afecta a las uñas y suele estar causada por hongos dermatófitos, es decir, aquellos capaces de colonizar y alimentarse del tejido queratinizado (presente en piel, pelo y uñas). Con menos frecuencia, el cuadro puede verse propiciado por levaduras y por mohos.
Los síntomas de la onicomicosis incluyen engrosamiento de la uña, decoloración, fragilidad, separación de la piel y mal olor. No siempre es necesario tratar esta infección y puede llegar a desaparecer por sí sola con cuidados personales y medicamentos de venta libre, pero en ciertas ocasiones se requieren medicamentos antimicóticos por vía oral o ungüentos de aplicación tópica.
6. Tiña
La tiña corporal, también conocida como tinea corporis, es un tipo de dermatofitosis que se manifiesta en la superficie de la piel. Puede aparecer en cualquier región del cuerpo que no tenga pelo, exceptuando las palmas de las manos y las plantas de los pies, y es causada por hongos de los géneros Trichophyton, Epidermophyton y Microsporum. Esta es una enfermedad fúngica muy común, aunque tiene una mayor prevalencia en las zonas húmedas y cálidas.
La tiña corporal se manifiesta como un área escamosa en forma de anillo sobre la piel, la cual genera picazón. Es importantísimo mantener la zona afectada limpia, higienizada y seca para acabar con la enfermedad cuanto antes, pero si los medicamentos de venta libre y abordajes caseros no funcionan, se pueden requerir antimicóticos algo más específicos (aunque esto no es lo común). En general, esta dermatofitosis se considera de fácil solución.
7. Pie de atleta
El pie de atleta, conocido como tinea pedis, es otra dermatofitosis muy similar a la tiña corporal, pero en este caso manifestada en los pies. Los agentes causales más nombrados de esta infección son Trichophyton rubrum, Trichophyton mentagrophytes y Epidermophyton floccosum, aunque existen más. El contagio se produce por transmisión directa con una persona infectada o, en su defecto, al entrar en contacto con superficies húmedas que contengan el hongo (piscinas, baños, toallas, zapatillas y más).
Los síntomas más comunes de esta enfermedad en la región del pie son los siguientes: piel escamosa y agrietada, picazón, inflamación, aparición de ampollas y piel seca/escamosa. En este caso se requiere la administración de un antimicótico para acabar con la infección, ya sea oral o tópico. La potencia del fármaco depende del cuadro clínico y su potencial gravedad.
8. Coccidioidomicosis
Volvemos a un terreno que va más allá de la piel. La coccidiomicosis o fiebre del Valle es otra de las enfermedades causadas por hongos que afecta de forma primaria a los pulmones tras inhalar esporas de microorganismos del género Coccidioides, específicamente C. immitis y C. posadasii. Tiene una prevalencia más alta en ciertas zonas de América Central y del Sur, con especial presentación en Argentina y Paraguay. El cuadro clínico se puede dividir en los siguientes bloques:
- Coccidioidomicosis aguda: suele ser leve, asintomática o con síntomas poco específicos. Se incluyen toses, cansancio, falta de aire, dolor de cabeza y más.
- Coccidioidomicosis crónica: si la variante aguda no se resuelve por completo, comienza una fase crónica. Como en otros elementos del listado, es más probable que la condición se agrave en personas con un sistema inmunitario deprimido. Los síntomas incluyen fiebre, pérdida de peso, dolor en el pecho, esputos sanguinolentos y nódulos pulmonares.
- Forma diseminada: es la variante más grave, pero por suerte poco común. Ocurre cuando los hongos se extienden más allá de los pulmones a otras partes del cuerpo, como hígados, huesos, corazón y meninges.
La mayoría de personas con la variante aguda de la enfermedad no requieren tratamiento más allá del reposo y la ingesta de líquidos. En caso de que los síntomas no mejoren o haya una inmunosupresión previa que promueva complicaciones, se pueden recetar antimicóticos como el fluconazol.
9. Meningitis micótica
Esta es una de las enfermedades por hongos que no está causada por un agente causal concreto, sino que más bien ocurre como consecuencia de diversas infecciones por los géneros Cryptoccocus, Blastomyces, Coccidioides, Histoplasma y más. Seguro que estos agentes fúngicos te suenan, pues los hemos ido diseccionando a lo largo de todo el TOP. Cuando la infección por estos agentes patógenos se expande a la médula espinal y/o cerebro, se habla de meningitis micótica.
Esta infección grave cursa con síntomas como fiebre, dolor de cabeza, rigidez de cuello, náuseas, vómitos, estado alterado y fotofobia. Para solucionar este cuadro, se requieren tandas largas de dosis altas de antimicóticos. El tratamiento suele ser mucho más largo en pacientes con una inmunosupresión previa, como los pacientes oncológicos o VIH-positivos.
10. Mucormicosis
La mucormicosis es una infección por hongos saprófitos (que se alimentan de residuos de otros seres) del género Mucorales, los cuales invaden la cavidad nasal, los senos paranasales, el cerebro o los pulmones. La forma más común de la enfermedad es la rinocerebral, aunque también puede ocurrir en los pulmones y otras partes del cuerpo (como piel, tubo digestivo o riñones). Los síntomas varían según la progresión de la infección.
Como en el caso de otras muchas enfermedades causadas por hongos, la mucormicosis aparece más en pacientes con inmunosupresión debido a la infección por el VIH, diabetes muy mal controlada o consumo de ciertos fármacos. El tratamiento de elección es la anfotericina B, pero también se necesita corregir el estado de inmunosupresión (en la medida de lo posible) para evitar cuadros futuros.
Enfermedades causadas por hongos: un grupo muy heterogéneo
Hay muchísimas enfermedades causadas por hongos, pero hemos elegido 10 representativas que van desde la piel al cerebro, pasando por otras partes del cuerpo. De todas formas, el resumen de estas líneas queda claro: más allá de las infecciones fúngicas de la piel, los cuadros diseminados son muy poco comunes y las variantes más graves se presentan, de forma casi exclusiva, en personas con inmunosupresión debido a una enfermedad previa.
Es muy difícil controlar la inhalación involuntaria de esporas que desencadena algunas de estas enfermedades, pero las dermatofitosis cutáneas se pueden prevenir de manera eficaz manteniendo el cuerpo limpio y evitando el uso de prendas muy prietas, sobre todo en ambientes húmedos y cálidos. Ante cualquier consulta, no dudes en hablar con tu profesional en salud.
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.