10 preguntas comunes sobre la menopausia

La menopausia es un punto de inflexión muy importante en la vida de toda mujer adulta, pues marca el punto y final de la capacidad reproductiva. Aunque no tiene por qué ser una etapa vital negativa per sé, sí que se asocia a una serie de síntomas bastante molestos en algunos casos: sequedad vaginal, sofocos, escalofríos, sudores nocturnos, aumento de peso, irritabilidad, tristeza y más. Estos signos clínicos pueden llegar a ser incapacitantes, pero curiosamente el 73% de las afectadas no buscan ayuda para tratarlos.

Abordar la menopausia pasa por reconocer que es posible no pasarlo mal durante ella si se busca la ayuda indicada. En las siguientes líneas, te resolvemos las dudas más comunes relacionadas con este proceso biológico con el fin de llevarlo de la forma más sencilla. ¡No dejes de leer!

1. ¿Qué es la menopausia?

El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) define la menstruación como la época en la vida de la mujer en la que los ovarios dejan de producir hormonas y se detienen los periodos menstruales. La causa principal del paso de la etapa fértil a la infértil radica en el envejecimiento ovárico, es decir, la pérdida de óvulos con la edad y la disminución de su calidad. Una menopausia se clasifica como tal cuando la mujer no ha tenido menstruación durante 12 meses seguidos no derivado de una condición médica previa.

Para entender este término en su totalidad, hay que citar aquellos que lo preceden y los que suceden después de él:

• Premenopausia (etapa reproductiva): es el periodo reproductivo que tiene lugar antes de la menopausia. Normalmente, ocurre entre los 14 y los 45 años, con un pico de fertilidad máxima durante la veintena.
• Perimenopausia: este proceso marca el intervalo temporal alrededor de la menopausia y también se conoce como transición menopáusica. Suele manifestarse al comenzar la cuarentena, pero algunas mujeres pueden experimentar síntomas asociados de los 35 en adelante.
• Menopausia: este término se refiere al momento en el que los períodos menstruales han cesado durante al menos un año.
• Postmenopausia: es la etapa de la vida después de no haber tenido un período durante 12 meses o más.

Durante la menopausia, se disminuye la producción de hormonas femeninas (progesterona y estrógenos), los ovarios dejan de liberar óvulos y los periodos terminan. Esto da lugar a una serie de signos y síntomas que veremos en apartados posteriores.

2. ¿A qué edad empieza la menopausia?

La transición menopáusica suele comenzar entre los 45 y 55 años, si bien la media se encuentra en 51 años. De todas formas, estudios argumentan que esta media puede fluctuar de manera considerable según la localización geográfica de la mujer y otros muchos factores. Por ejemplo, aquellas que viven en países de bajo ingreso tienden a comenzar la menopausia de forma natural varios años antes en comparación con las mujeres que viven en núcleos urbanos de alto ingreso.

3. ¿Cuánto dura la menopausia?

Los síntomas de la perimenopausia, el proceso que ocurre antes de la menopausia, duran unos 4 años de media de forma aproximada. Los signos clínicos que caracterizan a la menopausia y postmenopausia se mantienen por un periodo medio de 4-5 años, aunque este valor también fluctúa mucho entre personas. En conjunto, todo el proceso suele finalizar en un intervalo de 7 a 9 años, más o menos una década.

De todas formas, hablar de estimaciones exactas es complicado, pues hasta 1/3 de las mujeres en esta etapa tienen síntomas durante más de 10 años. Es muy importante consultar cualquier inquietud con el profesional médico, pero hay que dejar claro que la presencia de signos clínicos durante más tiempo de lo esperado es completamente normal.

4. ¿Cuáles son los síntomas más comunes de la menopausia?

En la siguiente lista, recogemos los síntomas y signos principales de este proceso fisiológico:

• Cambios en el periodo: este es uno de los primeros signos clínicos del inicio de la menstruación. Se pueden experimentar periodos irregulares, sangrados abundantes, manchas de sangre entre periodos y periodos con duración más amplia de lo esperado.
• Sudoración nocturna: la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona en el organismo se asocia a cambios en los mecanismos termorreguladores, lo que puede llevar a aumentos puntuales de temperatura y sudoración.
• Sofocos: los sofocos son sensaciones de calor repentina que ocurren en la parte superior del cuerpo, más intensas en cuello, pecho y cara. La causa exacta de su aparición no está clara, pero parece relacionarse con la disminución de estrógeno en el cuerpo y una desregulación en el termostato corporal.
• Cambios vaginales: esto incluye sequedad en el área genital, malestar al practicar el acto sexual, líbido baja e, incluso, una necesidad atípica de orinar.
• Problemas para dormir: este signo está muy asociado con los sofocos y sudoraciones nocturnas. Hasta el 47% de las mujeres tienen insomnio y otras dificultades asociadas durante la menopausia.
• Cambios emocionales: la menopausia se puede asociar a estados mentales alterados como ansiedad, depresión, irritabilidad, miedo, desconfianza y más. De todas formas, los problemas emocionales no suelen ser demasiado graves.

Es esencial contar con apoyo médico antes, durante y después de la menopausia. Con la ayuda adecuada, se pueden reducir los síntomas tanto en intensidad como en recurrencia y ganar calidad de vida, además de prevenir enfermedades asociadas.

5. ¿Es posible quedarse embarazada durante la menopausia?

Durante la perimenopausia y el proceso previo, se siguen produciendo sangrados menstruales. Mientras una mujer continúe menstruando, aunque sea de forma irregular, existe la posibilidad de quedar embarazada. Por otro lado, una vez se superan los 12 meses sin menstruación, se considera que la ovulación ha cesado del todo y la capacidad reproductiva ha llegado a su fin, por lo que no se puede concebir de forma natural.

6. ¿Es posible sangrar después de la menopausia?

Sí, es posible que tengan lugar sangrados vaginales después de la menopausia, pero esto no significa que se haya recuperado la capacidad reproductiva. Algunas de las causas más comunes de este evento son las siguientes:

• Inflamación y estrechamiento de la cavidad vaginal (vaginitis atrófica).
• Pólipos cervicales y uterinos.
• Hiperplasia endometrial, es decir, una proliferación excesiva del endometrio.
• Cáncer de cuello uterino y otras neoplasias malignas.

Sea como fuere, el sangrado postmenopáusico siempre justifica una visita al médico. Aunque la causa no tiene por qué ser grave en todos los casos, se requiere un seguimiento y tratamiento para cesarlo.

7. ¿Afecta a las dinámicas sexuales?

La menopausia puede afectar a la líbido de muchas formas. La disminución en los niveles de estrógeno y progesterona se asocia a una menor capacidad de excitación y, además, disminuyen la lubricación de la vagina. Otros factores desencadenantes, como el aumento de peso, una percepción negativa de la imagen corporal y los cambios emocionales, tampoco favorecen el deseo por la actividad sexual.

La disfuncionalidad en el ámbito sexual está presente hasta en el 70% de las mujeres postmenopáusicas, tal y como indican estudios. Hablar con una persona profesional en el tema, ya sea psicológicamente o no, puede ayudar mucho a llevar los cambios en la cama con la pareja.

8. ¿Hay enfermedades asociadas a la menopausia?

La postmenopausia puede asociarse a un mayor riesgo de padecer diversas patologías. Entre todas ellas, destacamos las siguientes:

• Osteoporosis: hay una relación directa entre la falta de estrógeno tras la menopausia y la disminución de la densidad ósea. Por esta razón, las mujeres son hasta 4 veces más proclives a contraer osteoporosis en comparación con los hombres.
• Infecciones de las vías urinarias: a partir de los 50 años, las infecciones de tipo urinario como la cistitis se tornan más recurrentes. La sequedad vaginal, los cambios en su pH y el debilitamiento de la flora vaginal hace que sea más fácil la instauración de bacterias y otros patógenos nocivos.
• Enfermedades cardiovasculares: tras la menopausia, el cuerpo produce menos estrógeno, lo que aumenta el riesgo de estrechamiento de las arterias coronarias. La desregulación del metabolismo lipídico y de glucosa y la redistribución de grasa corporal de esta época también son factores de riesgo.

Esto no significa que la menopausia sea sinónimo de enfermedad. Con atención médica y cambios adecuados en la rutina, es posible aprovechar esta fase de transición para mejorar el estado de salud general y mantenerse vital por muchos años más.

9. ¿Hay medicamentos para la menopausia?

En primer lugar, es necesario destacar que en la mayoría de los casos la menopausia no requiere tratamiento médico. Es imposible evitar su aparición, pero sí que se pueden tomar ciertos medicamentos o aplicar terapias para aliviar la sintomatología y evitar la aparición de enfermedades relacionadas. El primer tratamiento que se puede poner sobre la mesa es la terapia hormonal. La administración de estrógeno puede ayudar a aliviar algunos de los signos clínicos, como los sofocos.

La terapia hormonal también previene la pérdida ósea (osteoporosis) y reduce el riesgo de fracturas de huesos, pero por desgracia también conlleva ciertos riesgos. Hay múltiples asociaciones entre la administración de estrógeno y progesterona y un mayor riesgo de cáncer de mama, tal y como indican estudios profesionales. El riesgo de cáncer de seno es mayor cuanto más tiempo se hace uso de una terapia hormonal combinada. Por todos estos motivos, hay que discutir muy bien con el profesional médico antes de comenzar un tratamiento de este tipo.

Los antidepresivos en dosis bajas también pueden ayudar a controlar los sofocos en aquellas mujeres que no pueden tomar estrógeno por razones de salud (o que se benefician de los efectos psicológicos de ellos). La gabapentina, la clonidina y otros fármacos para la prevención/tratamiento de la osteoporosis también pueden ser de gran utilidad a la hora de evitar los efectos secundarios de este evento.

10. ¿Es posible llevar una vida sana durante la menopausia?

Es posible llevar una vida sana durante la menopausia. El primer paso, en todos los casos, es acudir al profesional en ginecología con regularidad para comentar los síntomas, posibles tratamientos y abordajes a seguir. También es esencial adoptar una rutina con ejercicio moderado (unos 60 minutos entre 3 y 5 veces por semana), cuidar el suelo pélvico, controlar la alimentación y reducir/eliminar el consumo de sustancias nocivas (como alcohol o tabaco).

Más allá de todo lo citado, queremos dejar claro que la menopausia es un proceso completamente natural que se puede llegar a concebir como una fase más de la vida. Con la ayuda médica pertinente, se puede aprovechar para mejorar la salud y sacarle el máximo partido a la época postmenopáusica.

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