Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) o infecciones de transmisión sexual (ITS) son un problema creciente a nivel global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, cada día, un millón de personas contraen una ITS y la mayoría presentan síntomas leves o nulos. La infección por el virus VPH se encuentra en este grupo y es de las más prevalentes, ya que afecta a más del 80% de hombres y mujeres sexualmente activos a lo largo de su vida.
Estos agentes víricos tienen una amplia presencia en la población general y suelen asociarse a cuadros infecciosos leves o asintomáticos. De todas formas, algunos tipos de VPH son causantes de diferentes tipos de cáncer. Es esencial diagnosticar estos cuadros antes de que deriven en una condición severa.
¿Qué es el VPH?
El virus del papiloma humano (VPH) es un virus ADN perteneciente a la familia Papillomaviridae. Se conocen más de 200 variantes de VPH según sus alteraciones genéticas y se clasifican con base en su potencial oncológico (bajo y alto riesgo). También se pueden dividir según el cuadro general que provocan:
- Verrugas cutáneas comunes: VPH 2, 7 y 22.
- Verrugas plantares: VPH 1,2,4 y 63.
- Verrugas planas: VPH 3,10 y 28.
- Verrugas genitales: VPH 6, 11, 42 y 44. Las variantes 6 y 11 son las que causan la mayoría de estas lesiones genitales benignas, pero por suerte se consideran de bajo riesgo.
- Displasia anal: VPH 16, 18, 31, 53 y 58.
- Cánceres genitales: los VPH 16, 18, 31 y 45 son los que más se asocian al cáncer genital, sobre todo los 16 y 18 en el caso del cáncer del cuello del útero en mujeres. No son los mismos que causan verrugas genitales.
- Papilomas bucales: VPH 6, 7, 11, 16 y 32.
- Cáncer de orofaringe: VPH 16.
Estos son algunos de los VPH de mayor relevancia médica, pero existen muchos más. Este conglomerado vírico representa a la enfermedad de transmisión sexual más común en todo el mundo, pues casi toda persona sexualmente activa se infecta a lo largo de su vida. Hasta el 80% de la población general porta el patógeno en algún momento, pero en muchos casos el cuadro es asintomático.
Prácticamente toda persona padece una infección por VPH en su vida.
¿Cuáles son los síntomas de la infección por VPH?
Algunos tipos de VPH generan verrugas cutáneas, mientras que otros causan infecciones genitales de diferentes tipos (en estructuras externas o internas). En los hombres, las verrugas genitales suelen aparecer en el pene, sobre todo en la base del prepucio y la uretra. Por otro lado, en mujeres estas lesiones benignas se presentan en la vulva, la pared vaginal, la piel que rodea el aparato genital externo y el cuello del útero.
La mayoría de personas infectadas por VPH no presentan síntoma alguno, ya que el sistema inmunitario suele acabar con el virus antes de que se generen las verrugas ya descritas. Si estas aparecen casi siempre son indoloras, aunque a veces se acompañan de síntomas como escozor, ardor, picor y malestar general ocasional. Cabe destacar que las lesiones generan cuadros más evidentes en personas con inmunosupresión.
La presencia de lesiones y la gravedad de estas tiene una relación directa con el sistema inmunitario local y sistémico de la persona infectada. Por tal motivo, la evolución es diferente incluso en personas que comparten el mismo serotipo. Es por ello por lo que en ocasiones hay personas portadoras del virus que no evolucionarán a lesión nunca, sin embargo, pese a no tener lesiones de ningún tipo, podrían contagiar.
El VPH y el cáncer
Según la OMS, los VPH 16 y 18 son los causantes del 70% de los cuadros de cáncer de cuello uterino y lesiones precancerosas en mujeres. Este es el cuarto tipo de cáncer más común en el género femenino y se diagnostican más de 600 000 casos anuales en todo el mundo. El 90% de los fallecimientos a consecuencia de esta enfermedad tienen lugar en países de medio y bajo ingreso.
Además del cáncer de cuello uterino, algunos VPH se han asociado a la presencia de neoplasias malignas como cáncer anal, orofaríngeo, de pene o vulvar. Algunos de los síntomas generales de estos cuadros son los siguientes:
- Cáncer de pene: cambios en color y grosor de este órgano, sangrado y dificultad para orinar.
- Cáncer de ano: sangrado anal o rectal, dolor, masa o bulto en el canal anal y picazón.
- Cáncer vulvar: picazón que no se alivia, dolor y sensibilidad, sangrado no menstrual, cambios en la piel y ulceraciones.
- Cáncer de la orofaringe: dolor de garganta que no desaparece, dificultad para tragar, dolor de oído y problemas para mover la lengua.
A pesar de los datos brindados, cabe destacar que la mayoría de infecciones por VPH (de alto riesgo) provocan síntomas leves o nulos. Por ejemplo, en mujeres el 70% de las infecciones desaparecen en un año y el 90% en 2. Cuando el cuadro persiste (en el 5-10% de los casos), existe el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas, las cuales se agravan con el tiempo. El proceso lleva más de una década en general, así que existen múltiples oportunidades de detección.
Cada año, mueren más de 300 000 mujeres a causa de un cáncer de cuello uterino.
¿Cómo se produce el contagio del VPH?
Existen más de 200 tipos de VPH y su vía de transmisión es variable. Por ejemplo, las variantes que generan verrugas cutáneas ingresan al organismo a través de cortes, abrasiones o pequeños desgarros de la piel. De todas formas, los 40 tipos (o más) asociados a la aparición de lesiones genitales se transmiten a través del sexo, de ahí que se consideren patógenos causales de infecciones de transmisión sexual.
Los VPH asociados al ámbito sexual se suelen contagiar a través del sexo vaginal, anal u oral. Además, el patógeno es capaz de transmitirse incluso si el portador es asintomático. Toda persona sexualmente activa puede contraer el VPH, tenga una o varias parejas. El mecanismo de contagio incluye el contacto de piel y mucosas, en las relaciones sexuales orales, genitales o anales, con una persona que tenga el virus.
Como se ha incidido en líneas previas, la transmisión es más frecuente en las relaciones sexuales sin protección. En cualquier caso, se ha observado que el uso de preservativo reduce significativamente el riesgo de transmisión viral durante el acto sexual, pero es importante entender que el VPH puede infectar zonas que el preservativo no cubre, por lo que el riesgo se reduce, pero no se anula.
También existe la transmisión vertical al pasar por el canal del parto (p. ej. papilomatosis laríngea o respiratoria del recién nacido). Lo que no se argumenta como riesgo, en el marco de las infecciones de transmisión sexual, es su transmisión por tocar el inodoro, abrazarse, tomarse de la mano, nadar en piscinas o jacuzzis, compartir comida o utensilios, etc.
¿Cuál es el periodo ventana del VPH?
El periodo ventana se define como el tiempo que ocurre desde que un paciente entra en contacto con un patógeno hasta que dicho patógeno es detectable durante una prueba de laboratorio. En el terreno de las ETS, este intervalo temporal es esencial para asegurar la eficacia y veracidad de la prueba.
Aunque se pueda describir una periodicidad media, no es nada sencillo establecer el momento en el que una persona se ha infectado de algún serotipo del virus del papiloma humano (VPH). Debido a ello, las guías clínicas de infecciones de transmisión sexual no recomiendan la búsqueda de contactos sexuales en el pasado.
Cuando una persona se infecta con el VPH, en casi el 90 % de los casos, la infección es transitoria debido a que el sistema inmunológico la resuelve en los siguientes meses o pocos años (9 de cada 10 aclaran el virus en los siguientes dos años) sin ocasionar ninguna sintomatología ni secuela asociada. En torno a un 10 % de estas infecciones, no pueden ser resueltas por el sistema inmune de algunas personas y se mantiene en el tiempo, generando una infección persistente.
Un aspecto relevante de esta infección es que es plausible la identificación, en alguna prueba periódica, de algún serotipo no antes filiado, pese a mantenerse en abstinencia o incluso encontrarse en una relación estable cerrada. A esto se une el hecho que no es posible determinar el “estado evolutivo o de latencia de las infecciones del VPH en una persona”, y es que el resultado de una prueba de VPH puede cambiar en un período de meses o años a medida que el sistema inmunológico del individuo combate el virus.
Diagnóstico de la infección por VPH
En los cribados poblacionales del riesgo de cáncer de cuello uterino, de forma convencional, se busca la presencia de células pre-cancerígenas o cáncer a través de los estudios de citología (papanicolaou) en muestras de cepillado endocervical, y en algunos casos de forma paralela (Co-test) se busca identificar el ADN viral. El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) recomienda que toda mujer entre 30 y 65 años lleve a cabo una prueba de citología/Papanicolaou cada 3-5 años.
La prueba de auto toma para identificación de material molecular del VPH es una forma prometedora de equilibrar la balanza del diagnóstico temprano del riesgo de cáncer. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda la realización de prueba de auto toma con torunda/hisopo como método preferente para el cribado del riesgo de cáncer de cuello uterino en personas de 25 a 65 años.
En la misma línea, se sabe que la prevalencia de la infección por VPH en orofaringe en personas de sexo biológico masculino es mayor que en las mujeres, por lo que los profesionales sanitarios de odontología e higienistas dentales juegan un rol importante en el cribado de posibles lesiones ocasionadas por el VPH en cavidad oral.
Por otro lado, generalmente las verrugas genitales pueden ser identificadas por un profesional especializado.
Tratamiento de la infección por VPH
A día de hoy, no existe un tratamiento específico contra el virus del papiloma humano. No obstante, sí que hay tratamientos para los problemas de salud que este agente patógeno puede causar (p.ej. crioterapia o láser para las verrugas y tratamiento dirigidos y protocolizados en caso de lesiones precancerígenas o cáncer).
Por otro lado, y muy vigente, son las intervenciones que buscan mejorar el pronóstico evolutivo de una infección del VPH, como aquellos productos que ayudan a restaurar las barreras mucosas y de la piel, promoviendo y mejorando las funciones inmunitarias tanto locales como sistémicas, así como las intervenciones para el logro de microbiotas genitourinarias saludables.
Prevención
La mejor prevención para evitar la infección por VPH es la vacunación temprana. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacuna contra el VPH para niñas y niños de 11 y 12 años de edad, aunque puede aplicarse a partir de los 9 años. Esta protege contra los VPH más peligrosos (16 y 18) y algunos más, pero no todos. Las opciones aprobadas en Estados Unidos y otras regiones son Gardasil®, Gardasil® 9 y Cervarix®.
La vacuna tetravalente Gardasil-Aventis PasteurMSD protege frente a los siguientes serotipos del VPH:
- VPH-6
- VPH-11
- VPH-16
- VPH-18
El uso del preservativo en todas las prácticas sexuales (orales, genitales, o anales) reduce también las probabilidades de contraer el VPH. Pese a que no hay un periodo ni recomendaciones específicas para la búsqueda de contactos, sí se debería informar a la(s) pareja(s) reciente(s) y actuales para que consideren realizarse estudios de identificación del riesgo de cáncer asociado a la infección persistente del VPH.
Debido a que un resultado conocido de VPH puede modificarse con el tiempo, es recomendable mantener controles periódicos al paralelo que los cribados de lesiones pre-cancerígenas.
Compra tu prueba
Nuestras pruebas de diagnóstico de ETS por PCR pueden confirmar la infección por VPH con toda fiabilidad. Estos análisis detectan 32 variantes de VPH, incluyendo aquellas de alto riesgo oncológico.
Bibliografía
- https://www.cancer.org/cancer/risk-prevention/hpv/hpv-and-hpv-testing.html
- https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/human-papilloma-virus-and-cancer
- https://www.uptodate.com/contents/human-papillomavirus-infections-epidemiology-and-disease-associations
- 2015 European guidelines for the management of partners of persons with sexually transmitted infectionshttps://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25951082/
- https://www.cdc.gov/cancer/hpv/basic_info/hpv_oropharyngeal.htm
- https://www.cdc.gov/cancer/hpv/statistics/cases.htm
- https://www.bashhguidelines.org/media/1089/sexually-transmitted-infections-in-primary-care-2013.pdf
- Sociedad Española de Oncología Médicahttps://seom.org/174-Informaci%C3%B3n%20al%20P%C3%BAblico%20-%20Patolog%C3%ADas/cancer-de-cervix
Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.