El herpes es una infección causada por el virus del herpes simple (VHS). Este cuadro se presenta en 2 variantes sintomáticas principales: llagas alrededor de la boca y el rostro (herpes oral) y lesiones en los órganos sexuales externos (herpes genital). Este último cuadro se considera una enfermedad de transmisión sexual (ETS), si bien existe una relación muy estrecha entre el herpes oral y el genital.
Aunque esta infección es extremadamente común, muchos de los cuadros son asintomáticos. Sin ir más lejos, hasta el 90 % de las personas con herpes genital ni siquiera saben que están infectadas con el virus, ya que nunca desarrollan llagas visibles. Por ello, es de esencial importancia diagnosticar el herpes mediante técnicas avanzadas antes de que se expanda aún más entre la población general.
¿Qué es el herpes simple?
El virus del herpes simple comprende a 2 cepas de herpesvirus que pueden causar infección en los seres humanos. Ambos generan síntomas diferentes y se distinguen a varios niveles, aunque están estrechamente relacionados:
- Herpes simple de tipo 1 (VHS-1): en general, este agente patógeno se transmite por el contacto boca-boca y causa herpes labial, el cual cursa con las típicas llagas o calenturas. Puede transmitirse de la zona bucal infectada a los genitales de una persona sana durante el sexo oral, así que también es capaz de provocar un cuadro genital (aunque en menor medida que el VHS-2).
- Herpes simple de tipo 2 (VHS-2): el VHS-2 se transmite mediante el contacto sexual y es el agente causal principal del herpes genital. El cuadro provocado por este patógeno no se considera grave, pero aumenta el riesgo de adquirir y transmitir infecciones por VIH.
Aunque el VHS-1 se asocie a lesiones orales y el VHS-2 a problemas genitales, cada agente vírico puede afectar a la zona de su contraparte. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en todo el mundo, hay más de 3700 millones de personas menores de 50 años infectadas por el VHS-1 (el 67 % del total). Por otro lado, el VHS-2 afecta a 491 millones de personas entre 15 y 49 años de edad (el 13 % del total). Otras fuentes estiman que el 90 % de la población mundial contrae este virus en algún momento.
Síntomas del herpes simple
En primer lugar, es necesario destacar que el virus del herpes simple no desaparece del cuerpo una vez ingresa en él. Tras la infección primaria, el VHS permanece latente durante el resto de la vida. Una infección latente puede no volver a causar síntomas en ningún momento o reactivarse de forma esporádica (recidivas). El estrés, la fiebre y la inhibición del sistema inmunitario son factores que propician la reactivación del virus en el futuro.
El VHS-1 suele causar los siguientes síntomas en el entorno oral:
- Hormigueo y picazón alrededor de los labios.
- Ampollas llenas de líquido en el borde de los labios.
- Secreción, llagas abiertas y costras bucales.
El VHS-2 suele causar los siguientes síntomas en el entorno genital:
- Dolor y sensibilidad en la zona genital.
- Ampollas y protuberancias rojas/blanquecinas de pequeño tamaño.
- Indisposición general.
- Úlceras (cuando las ampollas se rompen) y costras (cuando las úlceras cicatrizan).
- Dolores musculares en la espalda baja, los glúteos, los muslos o las rodillas.
Las llagas iniciales aparecen en la zona en la que el virus ingresó al organismo. Las lesiones suelen localizarse en los labios vaginales externos, la vagina, el cuello uterino, el pene, el escroto, alrededor del ano y los glúteos. De todas maneras, muchos cuadros son asintomáticos o los signos clínicos son mínimos y la persona infectada nunca se da cuenta de su condición.
¿Cómo es el contagio del herpes simple?
El método de transmisión depende del tipo de herpes simple del que se esté hablando. Por ejemplo, el VHS-1 se contagia mayoritariamente por el contacto boca-boca, lo cual da pie a la aparición del herpes labial. La infección es transmisible incluso si no se tienen ampollas, pero el pico de contagio tiene lugar cuando el paciente porta ampollas que presentan secreciones (ya que el virus se propaga a través de fluidos).
Por otro lado, el VHS-2 se contagia en la mayoría de los casos durante relaciones sexuales. Cabe destacar que no siempre se requiere una lesión o secreción para que se transmita y, en muchos casos, el virus se propaga entre personas asintomáticas. Aunque no es usual, el patógeno puede transmitirse de una madre a su hijo durante el parto y provocar un cuadro conocido como herpes neonatal. El síntoma principal en los recién nacidos infectados es una erupción de ampollas.
Diagnóstico
Es necesario buscar ayuda profesional cuando se detecta cualquier tipo de lesión o anormalidad genital, incluyendo las úlceras y ampollas ya descritas. De todas maneras, también es útil llevar a cabo pruebas genéticas de detección de patógenos sexuales de forma periódica si se mantienen relaciones sexuales con más de una pareja. El Análisis completo de enfermedades de transmisión sexual (11 agentes patógenos) de VIVOLabs ofrece una máxima exactitud a la hora de detectar la infección por VHS.
Tratamiento del herpes simple
La infección por herpes simple no tiene cura, ya que el microorganismo causal permanece latente en el cuerpo durante toda la vida. De todas maneras, el abordaje con antivirales puede ayudar a disminuir la gravedad de los síntomas recurrentes, reducir la frecuencia de la recurrencia, minimizar la posibilidad de transmisión y ayudar a sanar las llagas durante una infección primaria.
Los antivíricos como el aciclovir, el famciclovir y el valaciclovir son los más eficaces para las personas infectadas por VHS. Estos fármacos se suelen tolerar bien y no reportan muchos efectos secundarios.
Prevención
La prevención y el control del herpes en su variante genital son similares a los de cualquier ETS y se basan en practicar sexo seguro. Esto pasa por utilizar condones y barreras de látex (durante el sexo oral), ser responsable con las parejas sexuales y realizarse pruebas de detección periódica con el fin de detectar infecciones de este tipo, sean o no sintomáticas. El herpes labial es bastante más difícil de prevenir, pero se puede minimizar el riesgo si se evita compartir ciertos elementos (como pintalabios o vasos).
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.