El término microbiota cada vez genera más atención en la población general. No es para menos, pues el desequilibrio en las comunidades bacterianas del intestino se asocia a una gran cantidad de enfermedades y trastornos. La microbiota sana está relacionada con el bienestar digestivo, mientras que su desbalance se vincula con la tendencia a intolerancias alimentarias, fatiga, pesadez, obesidad e incluso cáncer.
En las siguientes líneas, recogemos 15 preguntas comunes sobre la microbiota intestinal. Entenderás en qué consiste, los mejores alimentos para mantenerla sana, cuándo preocuparse y los síntomas principales de su desequilibrio, entre otras muchas cosas.
1. ¿Qué es la microbiota intestinal?
Empezamos por la base. La microbiota es el conjunto de microorganismos que se encuentran sobre la superficie o dentro del cuerpo de los seres vivos complejos, como el ser humano. Aunque la microbiota más conocida es la intestinal, hay que tener en cuenta que bacterias y otros organismos también colonizan la vagina, los ojos, la boca y el ano, entre otros órganos y sistemas. Toda parte de nuestro cuerpo que esté en contacto con el exterior es susceptible de presentar una comunidad microbiana, ya sea transitoria o definitiva.
Con estos términos en mente, es fácil llegar a la conclusión de que la microbiota intestinal es el conjunto de bacterias, virus, hongos, levaduras y protozoos que habitan en nuestro intestino, sobre todo en el intestino grueso. Esta comunidad incluye a unos 100 billones de microorganismos de unas 500-1000 especies distintas, lo que equivale a unos 200 gramos de peso en una persona adulta.
2. ¿La microbiota y la flora intestinal son lo mismo?
Sí, ambos conceptos significan lo mismo, pero uno es mucho más certero a nivel científico que el otro. Es necesario aclarar que el término flora se utiliza en ciencia para designar al conjunto de plantas, nativas o introducidas, presentes en una región geográfica concreta.
Hace siglos se creía que los microorganismos solo observables al microscopio pertenecían al reino de las plantas, pero hoy se sabe a cierta ciencia que forman parte de grupos taxonómicos propios. Por esta razón, poco o nada tienen que ver la flora y las bacterias, por lo que es mucho más correcto emplear el término microbiota intestinal en comparación con flora intestinal.
3. ¿Qué papel tiene la microbiota o flora intestinal en la salud?
La microbiota intestinal habita en simbiosis con el ser humano. Esto quiere decir que tanto los microorganismos como nosotros nos beneficiamos de compartir un entorno común, aunque algunos desbalances pueden hacer que ciertos microorganismos comensales o beneficiosos se tornen nocivos.
Entre las funciones más destacadas de la microbiota normal, destacan las siguientes:
- Nutrición y metabolismo. Las bacterias que habitan en nuestro intestino son capaces de metabolizar ciertos compuestos de origen vegetal que no podríamos aprovechar de otra forma. Se estima que el metabolismo de la microbiota nos reporta un 10% de las calorías ingeridas cada día.
- Protección. Las comunidades microbianas que ocupan un estrato fijo del intestino impiden que los patógenos lo colonicen de forma indirecta, pues no les permiten adherirse y acaparan los nutrientes. Además, otras bacterias son capaces de generar sustancias que eliminan de manera directa a los agentes nocivos.
- Fortalecimiento del sistema inmunitario. Las bacterias alojadas en el intestino son auténticas entrenadoras del sistema inmunitario, ya que suponen unos de los primeros microorganismos con los que entramos en contacto los seres humanos durante nuestro desarrollo.
4. ¿Cómo llegan las bacterias a los intestinos?
Las bacterias entran en contacto con el ser humano desde que este sale por el canal del parto materno. Además, durante la lactancia se obtienen tanto nutrientes como comunidades microbianas a través de la leche. Las bacterias que forman parte de la microbiota son capaces de soportar los ácidos estomacales y llegan al intestino, donde se asientan de forma más o menos permanente (dependiendo del tipo de microorganismo y otros muchos factores).
La microbiota intestinal del bebé es esencial para promover el correcto funcionamiento del aparato digestivo y entrenar al sistema inmunitario. Incluso, modula en cierto modo el desarrollo neurológico y a otros muchos sistemas.
5. ¿La microbiota y el microbioma son lo mismo?
Aunque ambas palabras resulten muy similares, la microbiota y el microbioma no son lo mismo. La microbiota hace referencia al conjunto de microorganismos que conviven en un entorno concreto (en este caso, el intestino), mientras que el microbioma tiene en cuenta el espectro completo de su actividad. En el microbioma, se factoriza el genoma de dichos microorganismos, los elementos genéticos móviles, los metabolitos generados, las condiciones ambientales del entorno y la interacción con el huésped.
Estos dos conceptos son complementarios, pero si se quiere hacer hincapié en todo el rango de acción de las comunidades microbianas en el intestino, es mejor emplear el término de microbioma desde un punto de vista científico.
6. ¿El intestino delgado también tiene microbiota o microbioma?
Como hemos dicho en líneas previas, la mayor comunidad microbiana se encuentra en el intestino grueso. El estómago se concibe como una región relativamente estéril por el entorno ácido que representa, pero estudios recientes han descubierto que sí hay ciertas comunidades bacterianas que habitan en él.
El duodeno, justo conectado con el estómago, cuenta con menos de 10^3 células bacterianas por gramo de contenido. El entorno no es muy favorable para el desarrollo de una microbiota diversa, pues aquí se vierte la bilis proveniente de la vesícula biliar. Por otro lado, el colon, la parte más grande del intestino grueso que conecta con el ano, cuenta con más de 10^11 unidades bacterianas por gramo de contenido.
Con estas cifras en mano, es fácil concluir que las comunidades microbianas son mucho más numerosas y diversas en el intestino grueso que en el intestino delgado. De todas formas, esto no significa que el intestino delgado sea aséptico o carezca de microbioma.
7. ¿Qué son los probióticos y los prebióticos?
Los probióticos son microorganismos vivos que se emplean para fortalecer la microbiota intestinal o tratar un desequilibrio (disbiosis). Hay que tener en cuenta que, cuando hablamos de probióticos, nos referimos a la bacteria en sí (sobre todo de los géneros Lactobacillus, Bifidobacterium y Saccharomyces). Hay alimentos ricos en probióticos, pero las comidas y los suplementos no son probióticos en sí.
Por otro lado, los prebióticos son fibras vegetales que actúan como fertilizantes y estimulan el crecimiento de bacterias sanas en el intestino. Las manzanas, las alcachofas, los espárragos, los plátanos y otras muchas frutas, frutos secos y verduras se consideran prebióticos naturales. En este caso, sí que hablamos de comidas que fomentan el desarrollo y mantenimiento de la microbiota o flora intestinal.
8. ¿Qué alimentos son buenos para la microbiota?
Las bacterias que viven en nuestro intestino se alimentan de los componentes de nuestra dieta. Por ello, la microbiota se puede modular (hasta cierto punto) incluyendo ciertos alimentos y hábitos saludables en el día a día. Además, hay comidas que son ricas en bacterias ya de base debido al proceso de fermentación que han pasado. Entre los alimentos naturales ricos en probióticos, destacamos las siguientes:
- Yogur y otros productos lácteos fermentados.
- Kimchi.
- Kéfir.
- Kombucha.
- Tempeh.
- Suero de mantequilla.
- Miso o soja fermentada.
- Chucrut.
Por otro lado, citamos de nuevo que muchos alimentos de origen vegetal son considerados como prebióticos naturales, aunque también existen suplementos ricos en fibra que se pueden consumir para mejorar y fortalecer la microbiota intestinal.
9. ¿Cómo se relaciona la microbiota con la enfermedad?
La disbiosis intestinal es una alteración de la microbiota del intestino. Puede presentarse con muchos síntomas, pero algunos de los más comunes son los siguientes:
- Diarrea y/o estreñimiento.
- Hinchazón abdominal.
- Tendencia a reacciones alimentarias adversas.
- Digestiones pesadas.
- Ansiedad.
- Mala absorción de nutrientes.
- Migrañas.
- Fatiga, ansiedad y depresión.
Un cuadro de disbiosis puede empeorar los síntomas o ser uno de los desencadenantes de diversos trastornos digestivos y relacionados con la ingesta de alimentos. Entre ellos, destacan el síndrome de intestino irritable (SII), la enfermedad de Crohn, la obesidad y la diabetes. Por esta razón, los síntomas de la condición son muy diversos y llegar al diagnóstico se complica.
10. ¿Qué patologías se vinculan con la disbiosis?
En relación con el punto anterior, una microbiota desbalanceada puede manifestarse mucho más allá de síntomas digestivos. Tal y como indican estudios, cada vez hay mayores evidencias del vínculo entre las siguientes patologías y la disbiosis:
- Enfermedad de Parkinson: la enfermedad de Parkinson es una condición neurodegenerativa del sistema central bastante común, sobre todo a partir de los 60 años. La predominancia de ciertos géneros bacterianos en la microbiota con respecto a otros se ha observado cuando se comparan a los pacientes con Parkinson y a la población general.
- Enfermedad de Alzheimer (EA): es la enfermedad neurodegenerativa más prevalente del sistema nervioso central y se caracteriza por el depósito de proteína β-amiloide. Cada vez hay más evidencia científica de que la flora intestinal sí está involucrada en la patogenia temprana de esta condición.
- Patologías cardiovasculares: tal y como indican estudios, las enfermedades cardiovasculares también se pueden asociar a cambios en la microbiota. Una menor abundancia de microbios con capacidad para producir butirato y mayores niveles circulantes de los metabolitos trimetilamina-N-óxido (TMAO) parecen ser factores predisponentes para estas patologías.
- Obesidad: aunque el vínculo exacto entre la composición de la microbiota y la proclividad a la obesidad aún no esté del todo claro, sí que se ha mostrado en modelos animales la prevalencia de ciertos géneros bacterianos en aquellos con una deposición excesiva de grasa o mayor tendencia a coger peso.
11-15. Otras cuestiones comunes referentes a la microbiota
En los apartados previos hemos recogido 10 preguntas relacionadas con la microbiota intestinal, pero sabemos que pueden surgirte muchas más. En la siguiente lista, recogemos 5 cuestiones comunes más asociadas a microbiota, microbioma y disbioisis:
- ¿Cuáles son los grupos predominantes en la microbiota?: en una situación de normalidad, los filos predominantes en la microbiota intestinal humana son los siguientes: Bacteroidetes, Firmicutes, Actinobacteria, Proteobacteria y Verrucomicrobia.
- ¿Puedo consumir probióticos y prebióticos sin supervisión médica?: aunque los suplementos ricos en prebióticos y probióticos son seguros en la inmensa mayoría de los casos, hay excepciones. Las personas inmunocomprometidas, con enfermedades terminales o que han pasado un procedimiento quirúrgico recientemente deben consultar con un profesional en nutrición antes de lanzarse a consumir estos compuestos. En general, es útil tener la opinión de un experto, se esté enfermo o no.
- ¿La microbiota puede explicar los trastornos psiquiátricos?: aunque la disbiosis se pueda asociar a fatiga y ansiedad, los estudios sobre la composición de la flora intestinal y su relación con el cerebro continúan en su infancia. Por esta razón, ante cualquier signo de un problema psicológico, siempre se requiere la atención previa de un psiquiatra como primer abordaje.
- ¿La microbiota es la misma en todas las personas? En absoluto. La composición de microbios en el intestino varía según la dieta, la región geográfica, el contacto cercano con otras personas y muchos factores más. Aunque existan rangos que se consideran normales para todos, hay una gran variación interindividual.
- ¿Se puede conocer el estado de la microbiota intestinal?: sí. Mediante una muestra de heces, es posible obtener la información genética de la microbiota y cuantificar su estado de salud. Estos estudios son muy avanzados, pero ya están disponibles para el público.
Hay infinitas preguntas sobre la microbiota intestinal, pero esperamos haber cubierto las más importantes. En este punto, recordamos que en VIVOLABS contamos con diversos estudios que te permitirán conocer el estado general de tu microbiota, posibles infecciones intestinales, marcadores bioquímicos para el bienestar intestinal y análisis avanzados de tus heces. No se requiere ni cita previa ni prescripción médica para realizar ninguno de ellos.
Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.