El sistema endocrino es una de las principales herramientas de comunicación entre los distintos elementos de nuestro cuerpo. Compuesto por un conjunto de órganos, tejidos y glándulas, este sistema elabora y libera diversas hormonas para mantener el equilibrio de todas nuestras reacciones biológicas. Los compuestos hormonales realizan múltiples funciones orgánicas, entre las que destacan el desarrollo, el metabolismo y la reproducción de nuestra especie.
Más allá de su importancia y esencialidad, el sistema endocrino puede verse entorpecido por diversos trastornos y condiciones. En las siguientes líneas, te contamos todo lo que debes saber sobre los disruptores endocrinos, dónde se encuentran y cómo evitarlos. ¡No dejes de leer!
¿Qué son los disruptores endocrinos?
Según el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), los disruptores endocrinos son sustancias químicas ajenas al cuerpo humano capaces de imitar o alterar la acción de nuestras hormonas naturales. La acción de estos compuestos puede llegar a asociarse a la aparición de diversos trastornos y enfermedades, como disfunciones tiroideas, alteraciones del crecimiento, esterilidad, desequilibrio en el sistema inmunitario y modificación de caracteres sexuales secundarios, entre otras cosas.
Existen múltiples disruptores endocrinos, y la European Chemicals Agency recoge en su listado oficial 120 sustancias únicas, a fecha de abril de 2024. Entre los más destacados, citamos los siguientes:
- Bisfenol A (BPA): una sustancia química que se utiliza en combinación con otras para fabricar plásticos y resinas. Puede imitar al estrógeno presente en el cuerpo y ha sido asociado con varios efectos adversos en la salud, como trastornos reproductivos y cáncer. Supone un riesgo demostrado para la salud de todos los consumidores, y en todos los grupos de edad.
- Parabenos: son un grupo de productos químicos muy utilizados como conservantes en productos cosméticos y de cuidado personal (desodorantes, geles y más). Son demostrados disruptores hormonales que pueden afectar a la salud de distintas formas.
- Atrazina: un herbicida artificial ampliamente utilizado que pertenece al grupo de las triazinas. Aun en dosis muy bajas, este compuesto puede causar defectos de nacimiento y daños reproductivos, además de presentar una potencial capacidad de generar cáncer.
- Dioxinas: son contaminantes permanentes del medio ambiente que se forman de manera espontánea en procesos de combustión. Se acumulan en las cadenas alimentarias, especialmente en el tejido adiposo de los seres vivos, y actúan como disruptores.
- Percloratos: sustancias reactivas que se forman principalmente en fuegos artificiales, explosivos y motores de cohetes. Los percloratos pueden interferir con la función de la glándula tiroides al bloquear la absorción de yodo, y por lo tanto, se asocian con trastornos tiroideos.
- Fitoestrógenos: compuestos bioactivos que se sintetizan forma natural en las plantas. Tal y como indica su nombre, tienen la capacidad de imitar a la hormona estrógeno, razón por la cual se consideran disruptores endocrinos.
Estos son solo algunos ejemplos de disruptores endocrinos, pero existen muchísimos más. Además, la lista de estos compuestos continúa en expansión a medida que se descubren propiedades de interacción hormonal.
¿Cómo actúan los disruptores endocrinos?
El método de acción de los disruptores endocrinos depende de la sustancia analizada y la ruta metabólica estudiada, entre otras cosas. De todas formas, se pueden resumir sus mecanismos principales en las siguientes líneas:
- Mimetizar la acción de otras hormonas presentes de forma natural en el cuerpo, confundiendo así a los receptores celulares.
- Antagonizar la acción de las hormonas, como los antiestrógenos o los antiandrógenos.
- Modificar la síntesis y el metabolismo de las hormonas naturales, lo que se traduce en un aumento o disminución anormales. Los fitoestrógenos son un claro ejemplo en este frente.
- Modificar los niveles de los receptores de hormonas.
- Inducir estrés oxidativo en las células, lo que se traduce en daños en ADN, proteínas y otras estructuras esenciales para la vida.
Estos mecanismos pueden desarrollarse de manera individual o de forma combinada, lo que puede resultar en una variedad de efectos adversos para la salud y el desarrollo humano.
¿Dónde se encuentran estas sustancias?
En su mayoría, los disruptores hormonales se encuentran en sustancias que utilizamos en nuestro día a día. Es posible entrar en contacto con ellos a través de la piel, por inhalación o por ingestión, entre otras vías. Algunos de los elementos de uso diario con mayor concentración de estos elementos son:
- Envases de productos y comidas, especialmente aquellos de plástico.
- Frutas y verduras que han sido rociadas con ciertos pesticidas, específicamente aquellos que no han sido regulados o aceptados por normativas internacionales.
- Cosméticos, champús, desodorantes, lociones y otros productos de cuidado personal que entran en contacto con la piel de forma habitual.
- Ambientadores y otros productos de limpieza.
- Raramente, medicamentos que contienen propiedades de disruptores endocrinos como efectos secundarios.
- Barnices y pinturas.
- Medio ambiente, pues muchos disruptores endocrinos se encuentran en forma de moléculas en suspensión en el aire, sobre todo en zonas muy contaminadas y con una alta actividad industrial.
- Pesticidas y herbicidas para el cuidado del huerto y/o jardín.
La exposición a disruptores endocrinos puede tener lugar por múltiples vías. Esto no quiere decir que todos los elementos citados sean nocivos para la salud, pero sí algunos de ellos, especialmente según su estructura química, propiedades y estado a nivel de regulación internacional.
Efectos de los disruptores endocrinos sobre la salud
Según la United States Environmental Protection Agency (EPA), la exposición a disruptores endocrinos puede suponer un problema a largo plazo tanto para la fauna y la flora como para los seres humanos. Aunque sus potenciales efectos nocivos dependen de la sustancia en sí, la interacción con el individuo y mucho más, se pueden recoger los siguientes potenciales problemas:
- Malformaciones en el desarrollo fetal.
- Interferencias con la reproducción (infertilidad, endometriosis, malformaciones genitales, problemas para concebir y más).
- Mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
- Desequilibrio de los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario.
- Mayor predisposición a distintas enfermedades, como diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, trastornos neuronales y más.
Aunque la evidencia que vincula los disruptores endocrinos con resultados adversos para la salud continúa creciendo, la relación causa-efecto aún no se ha descrito en su totalidad y se requiere una mayor investigación. Generalmente, las altas exposiciones crónicas representan el mayor riesgo para las personas adultas sin otros trastornos crónicos previos. Sin embargo, un feto o bebé en desarrollo es más vulnerable a exposiciones más bajas.
La acción de los disruptores endocrinos en el organismo es un campo emergente en la medicina y salud general que requiere más investigación, pero merece atención del usuario medio. Se ha demostrado su impacto negativo sobre la salud y, por ende, es esencial evitar la exposición a estos compuestos al máximo para reducir el riesgo frente a diversas enfermedades.
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.
2 replies on “Disruptores endocrinos: ¿qué son y como nos afectan?“
Nay
Gracias por sus artículos. Han sido de gran ayuda para mi para poder entender parte de los padecimientos qué comienzan a manifestarse en mi salud. Sus investigaciones son acertadas.
Samuel
Muchas gracias por tu comentario, Nay, y nos alegra que la información expuesta haya sido de utilidad. De todas formas, te recordamos que ante cualquier duda lo más adecuado es ponerse en manos de un profesional médico.