El ciclo de la vida es inevitable, y todos los seres vivos del planeta tenemos algo en común: la senescencia y el final de la vida. A medida que pasan los años, las células que componen los distintos órganos y tejidos envejecen por una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales. Diversos procesos fisiológicos como el estrés oxidativo, la glicación y los daños en el ADN explican el envejecimiento, pero hay un tema cada vez más investigado y de gran interés popular que, en los últimos años, ha tratado de buscar respuesta al final de la vida: el acortamiento de los telómeros.
Aunque la medicina regenerativa y antienvejecimiento se encuentran prácticamente en un estadio de infancia, es de gran interés explorar los primeros pasos que se están dando en estos frentes. En las siguientes líneas, te contamos qué son los telómeros y por qué en ellos podría encontrarse el secreto de la vida eterna. ¡No dejes de leer!
¿Qué son los telómeros?
Tal y como indica el National Human Genome Research Institute, los telómeros son regiones de secuencias repetitivas de ADN no codificante situadas en los extremos de los cromosomas. Estas estructuras se consideran esenciales para el bienestar celular y cumplen múltiples funciones, entre las que se encuentran las siguientes:
- Protección del ADN: los telómeros actúan como “casquillos” que impiden que los extremos de los cromosomas se deterioren. Además, protegen a la información genética de la degradación enzimática y del desgaste durante la reparación y la replicación del ADN.
- Prevención de fusión cromosómica: los telómeros previenen que los extremos de los cromosomas se unan incorrectamente, evitando así malformaciones y anomalías.
- Correcta replicación del ADN: en este proceso, a partir de una sola molécula de ADN se pueden producir varias copias, lo que permite que la célula se divida manteniendo la misma carga de información genética. Durante la replicación del ADN, las enzimas encargadas son incapaces de replicar completamente los extremos de los cromosomas. Los telómeros proporcionan una zona de “amortiguamiento” que permite que las células toleren el acortamiento gradual que ocurre con cada división celular fruto de esta “imperfección”.
- Otras funciones: mantenimiento de la estabilidad genómica y regulación del ciclo celular, entre otras.
Como podrás comprobar, los telómeros son esenciales para el funcionamiento de las células, especialmente cuando se duplica la información genética para la posterior división celular. El problema radica en que, con el paso del tiempo, la longitud de los telómeros se ve reducida de forma permanente e irreparable.
La telomerasa y la longitud de los telómeros
El ADN contenido en los telómeros no se replica completamente durante el proceso de duplicación del ADN. La telomerasa, una enzima muy activa en las células madre embrionarias y en óvulos/espermatozoides, es la principal responsable del mantenimiento de la longitud de los telómeros. Esta enzima tan especial agrega la secuencia perdida en los extremos de los cromosomas tras el proceso de replicación, evitando así el acortamiento telomérico.
Durante el desarrollo embrionario, las células se dividen a un ritmo extremadamente rápido para formar los diferentes tejidos y órganos del cuerpo. La telomerasa es crucial en este momento, pues ayuda a mantener la longitud de los telómeros durante las divisiones celulares y contrarresta los efectos de un potencial acortamiento rápido. Por desgracia, las células somáticas diferenciadas (que componen la inmensa mayoría del cuerpo adulto) no presentan actividad de esta enzima, por lo que los telómeros de sus cromosomas se van acortando tras cada proceso de división.
En teoría, reactivar la actividad de la telomerasa en las células somáticas podría prevenir el envejecimiento humano, pero la respuesta a esta eterna búsqueda no es tan sencilla. Tal y como indican fuentes científicas, la telomerasa está silenciada en la mayoría de las células normales, pero se estima que muestra actividad en entre el 85% y el 95% de las células cancerosas humanas. Como resultado, las células cancerosas se vuelven esencialmente inmortales, lo que les permite dividirse de forma desenfrenada hasta invadir todo el organismo.
Debido a que la telomerasa está activa en las células cancerosas, pero no en las sanas, se considera cada día más como un marcador prometedor para la terapia contra el cáncer. Mediante la inhibición de actividad o expresión de esta enzima, los fármacos dirigidos podrían matar las células tumorales al permitir que los telómeros se reduzcan. De todas formas, queda claro que a día de hoy la elongación de los telómeros a partir de la activación de telomerasa en personas sanas no es un camino posible.
Acortamiento de los telómeros y envejecimiento
La longitud de los telómeros se considera un marcador importante del envejecimiento celular. A medida que estas estructuras se acortan con cada división, las células pierden capacidad de multiplicarse adecuadamente y pueden funcionar peor. Finalmente, los telómeros se acortan tanto que la célula ya no es capaz de dividirse de la manera adecuada, y la célula muere. Este proceso se conoce como senescencia celular.
Según este mecanismo, la longitud de los telómeros está directamente asociada con la muerte de las células y, por tanto, la degradación de los diferentes tejidos y sistemas que conforman nuestro cuerpo (envejecimiento). Por ello, si una persona presenta una longitud telomérica media más baja de lo esperado para su edad cronológica, es posible concluir que está experimentando un proceso de envejecimiento acelerado y requiere cambios en dieta, estilo de vida y modificaciones en otros frentes.
Los telómeros y la enfermedad
El acortamiento acelerado de los telómeros no solo se asocia al envejecimiento natural, sino que también podría ser un biomarcador de muchas enfermedades y trastornos, la mayoría de ellos asociados a la edad avanzada.
Cuando los telómeros se acortan demasiado, los extremos de los cromosomas pueden fusionarse o degradarse, lo que deriva en un evento conocido como inestabilidad genómica. Esto aumenta el riesgo de mutaciones y anomalías cromosómicas que pueden desencadenar enfermedades, como el cáncer ya citado en líneas previas. La inestabilidad genómica facilita la acumulación de alteraciones genéticas que pueden promover la transformación maligna de las células, entre otros muchos procesos patológicos.
Algunas de las enfermedades y trastornos que se han vinculado con el acortamiento de los telómeros son:
- Cáncer.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Diabetes.
- Trastornos neurodegenerativos.
- Síndromes de envejecimiento prematuro.
Como habrás podido comprobar en el transcurso de estas líneas, la longitud de los telómeros puede dar respuesta tanto al proceso de envejecimiento como a la aparición de múltiples trastornos y enfermedades. De todas formas, aún queda mucho camino por recorrer para entender al completo los mecanismos subyacentes de la senescencia celular. Si bien el futuro de la medicina frente al envejecimiento es prometedor, a día de hoy nos quedan muchas más preguntas que respuestas.
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.