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10 enfermedades transmitidas por animales

La biodiversidad en el planeta Tierra es sobrecogedora. Tal y como indican fuentes científicas, se estima que en nuestro planeta podrían habitar hasta 8,7 millones de especies eucariotas, lo que incluye anfibios, invertebrados, aves, reptiles, peces y otros muchos seres vivos. Aunque el ser humano suela habitar en entornos altamente antropizados, es inevitable entrar en contacto con otras especies y relacionarnos con ellas, ya sea para bien o para mal.

El término zoonosis designa a las enfermedades infecciosas que se pueden transmitir de un animal hacia un ser humano, o viceversa (en casos más excepcionales). De los 1415 patógenos humanos conocidos en el mundo, el 61 % de ellos presentan una naturaleza zoonótica, y para combatirlos es necesaria una aproximación multidisciplinar que engloba medicina, veterinaria, epidemiología y otras muchas ramas de la ciencia.

En este artículo, te contamos 10 enfermedades transmitidas por animales, cuáles son sus síntomas y cómo se tratan de forma general. De todas formas, es necesario destacar que, ante cualquier sospecha de zoonosis tanto a nivel individual como colectivo, se requiere atención médica personalizada. ¡Vamos allá!

1. Rabia

La rabia es, posiblemente, la enfermedad zoonótica más conocida en todo el mundo. Está causada por el virus de la rabia, perteneciente a la familia Rhabdoviridae, y se caracteriza por el daño que causa sobre el sistema nervioso central del paciente. Esta patología es capaz de afectar a todos los mamíferos, tanto voladores (murciélagos) como terrestres (perros, gatos, zorros, mapaches y más). En general, se transmite a través de mordedura o contacto directo de mucosas o heridas con saliva del ser vivo infectado, aunque también hay vías de contagio menos habituales.

Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), la rabia es un grave problema de salud pública en más de 150 países y territorios, principalmente en Asia y África, y es responsable de miles de muertes cada año. Entre los muchos signos y síntomas de daño neurológico asociados a esta enfermedad, destacan el babeo, la hidrofobia, las convulsiones, las fluctuaciones anímicas, los vómitos y las náuseas. Aunque algunas personas han sobrevivido a la enfermedad, es necesario destacar que la rabia no tiene cura y suele desembocar en muerte en casi todos los casos.

2. Malaria

La malaria es una enfermedad potencialmente mortal causada por un parásito del género Plasmodium, transmitido a través de la picadura de mosquitos infectados. Si bien esta patología es poco común en climas templados, las regiones de las Américas se han visto especialmente castigadas, pues en ellas se registraron 481 788 casos y alrededor de 92 muertes solo en el año 2022.

Entre los signos y síntomas más habituales de la malaria, destacan la fiebre, los escalofríos, la sensación de malestar, el dolor de cabeza, la diarrea, la fatiga muscular, la respiración rápida y la tos. Algunos pacientes sufren cuadros esporádicos conocidos como “ataques”, que cursan con temblores, escalofríos, fiebres muy altas y un posterior regreso a relativa normalidad. Cabe destacar que esta patología se puede tratar con medicamentos que matan al parásito, como fosfato de cloroquina y terapias combinadas con artemisinina.

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3. Síndrome pulmonar por Hantavirus

Entramos en terrenos menos conocidos, pues el síndrome pulmonar por Hantavirus es una de las enfermedades transmitidas por animales que no se suelen reflejar en la cultura popular. Tal y como su propio nombre lo indica, este trastorno es provocado por agentes víricos de la familia Hantaviridae, y afecta a humanos únicamente en Norteamérica y en Sudamérica. Cada una de las cepas tiene un portador preferido, y como ejemplos de mamíferos capaces de contagiar este cuadro tenemos a la rata arrocera y la laucha.

Este patógeno se transmite al inhalar virus, ingerir alimentos que han estado en contacto con heces de roedores, tocar nidos y madrigueras de roedores infectados, o tras ser mordido/arañado por uno de estos animales. Como síntomas, cabe destacar fiebre, escalofríos, dolores musculares, náuseas, vómitos y diarrea. A medida que la patología avanza, provoca signos pulmonares tales como tos y dificultad para respirar. No existe un tratamiento específico para el Hantavirus, si bien el cuidado en urgencias y la detección temprana mejoran el pronóstico de manera considerable.

4. Leptospirosis

La leptospirosis, también conocida como enfermedad de Weil, es una enfermedad zoonótica de tipo bacteriano provocada por el microorganismo Leptospira interrogans, el cual prolifera en ambientes acuáticos ensuciados con el orín de animales contaminados. Entre los vectores de este trastorno, destacan las ratas, los perros, los animales de ganado, los cerdos, los caballos y diversos mamíferos terrestres. Debido a su forma de transmisión, las personas que trabajan en el sector de la ganadería e industria cárnica son las que más en riesgo se encuentran de contagiarse.

Los síntomas de la primera fase son muy similares a los ya descritos en otras zoonosis, pero aproximadamente el 10 % de los pacientes avanzan a un estado secundario que cursa con signos más severos como ictericia (piel amarilla), meningitis, dolor abdominal y diarrea. Los antibióticos de elección para el tratamiento de este trastorno son la penicilina o los fármacos del grupo de las tetraciclinas, preferentemente doxiciclina. Si se aplica el abordaje clínico de forma adecuada, el pronóstico suele ser bueno.

5. Toxoplasmosis

La toxoplasmosis es una de las enfermedades transmitidas por animales que seguro resulta familiar a cualquier mujer que ha estado embarazada. Este cuadro, provocado por el parásito Toxoplasma gondii, se suele contraer al consumir carne poco cocida, y en entornos urbanos al tocar o entrar en contacto con heces de gato doméstico o tierra que contenga huevos de T. gondii.

La mayoría de las personas adultas son asintomáticas, pero las mujeres embarazadas infectadas pueden transmitir la toxoplasmosis al feto, dando lugar a un cuadro que se conoce como toxoplasmosis congénita. Si la infección tiene lugar durante el primer trimestre, hay más posibilidades de que se produzcan abortos espontáneos o síntomas mortales tras el nacimiento del bebé, como hidrocefalia, agrandamiento del hígado, problemas oculares severos y más. Esta infección se puede combatir con diversos medicamentos según las particularidades del paciente.

6. Enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana causada por Borrelia burgdorferi, una bacteria transmitida a los humanos principalmente a través de la picadura de garrapatas infectadas del género Ixodes. Esta patología es más común en zonas boscosas o rurales, donde las garrapatas tienen acceso a animales reservorios (como ciervos y roedores). Según artículos científicos, la enfermedad de Lyme es la zoonosis transmitida por artrópodos más habitual en los Estados Unidos, con aproximadamente 30 000 casos notificados a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) cada año.

Los síntomas iniciales suelen incluir una erupción cutánea característica llamada eritema migratorio, acompañada de fiebre, dolor de cabeza, fatiga y dolores musculares. Si no se trata, la infección puede propagarse a las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso, causando complicaciones graves. El abordaje clínico suele consistir en antibióticos, y la mayoría de los pacientes se recuperan completamente si la infección se trata a tiempo.

7. Fiebre amarilla

Continuamos el listado con una infección viral grave transmitida por mosquitos infectados, principalmente de los géneros Aedes y Haemagogus. El virus que causa la fiebre amarilla pertenece a la familia Flaviviridae y es endémico en regiones tropicales de África y América del Sur. Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, escalofríos, dolores musculares, náuseas y fatiga. En muchos casos, estos signos clínicos remiten tras unos días, pero en un pequeño porcentaje de pacientes, la enfermedad puede progresar a una fase tóxica más severa. En la actualidad, hay 34 países de África y 13 de América Central y del Sur en los que la enfermedad es endémica.

La fiebre amarilla no tiene un tratamiento antiviral específico, por lo que la atención médica se centra en aliviar los síntomas y brindar apoyo vital en los casos graves. La prevención es clave para controlar la propagación de la enfermedad, y la vacunación es la medida más efectiva, pues proporciona inmunidad vitalicia. Por esta razón, tanto viajeros como habitantes en regiones endémicas deben ser vacunados de manera preventiva.

8. Brucelosis

La brucelosis es una enfermedad bacteriana de naturaleza infecciosa provocada por bacterias del género Brucella, las cuales son capaces de infectar a varias especies de mamíferos: vacas, ovejas, cabras, cerdos y ser humano, entre otros. Lo más habitual es que las personas se contagien al consumir productos lácteos sin pasteurizar, tales como leches y quesos, aunque el contacto directo y la inhalación también son vías de transmisión a tener en cuenta.

Entre los signos y síntomas principales de la brucelosis, destacan la fatiga, los escalofríos, la pérdida de peso, la debilidad, el dolor articular y el dolor de cabeza. No hay consenso en torno al tratamiento óptimo para la enfermedad, pero se suelen emplear fármacos tales como la rifampicina y la doxiciclina. Dependiendo de la terapia empleada, la recidiva es posible, por lo que se requiere un monitoreo del paciente.

9. Dengue

El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, sobre todo la especie Aedes aegypti. El virus del dengue pertenece a la familia Flaviviridae y tiene cuatro serotipos distintos (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4), lo que significa que una persona puede infectarse hasta cuatro veces con sus diferentes variantes. Tal y como indica la OMS, la situación de este cuadro infeccioso es alarmante, pues los casos notificados a nivel mundial han pasado de 505 430 en el año 2000 a 5,2 millones en 2019.

Los síntomas suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura de un mosquito infectado e incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, malestares musculares y articulares, erupciones cutáneas y, en algunos casos, sangrado leve de encías o nariz. Aunque muchas personas se recuperan después de una semana, algunas pueden desarrollar un cuadro grave conocido como dengue hemorrágico. No existe un tratamiento antiviral específico, por lo que el abordaje clínico suele enfocarse en paliar los síntomas.

10. Plaga (peste bubónica)

A modo de cierre, citamos una de las enfermedades transmitidas por animales que más daño han hecho a la especie humana en la historia, pero que en la actualidad ha quedado en poco más que un recuerdo. La peste bubónica, también conocida como plaga a secas o muerte negra, es una infección bacteriana provocada por el microorganismo Yersinia pestis. Este cuadro se propaga principalmente por la picadura de pulgas infectadas que habitan en roedores, pero también tras el contacto con fluidos de personas u otros animales infectados.

La pandemia más famosa de peste bubónica ocurrió en el siglo XIV, y es conocida en los libros de historia como la Peste Negra. Entre 1347 y 1351, se estima que esta enfermedad mató a aproximadamente 25-50 millones de personas en Europa, lo que representaba entre el 30 % y el 60 % de la población europea de la época, cifras incomprensibles para la sociedad humana a día de hoy. En la actualidad, la peste se presenta ocasionalmente en ciertas regiones, pero se puede tratar y se cura sin demasiado problema si se detecta a tiempo.

Garrapata y enfermedad vectorial.

Estos son solo algunos ejemplos de enfermedades transmitidas por animales, pero existen muchos más. Si crees que puedes formar parte de una población de riesgo o has estado en contacto con un ser vivo potencialmente infectado, te recomendamos que te pongas en contacto con un profesional médico de confianza inmediatamente. El pronóstico mejora de manera considerable con la detección temprana.

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