¡Date prisa! 10% descuento en todas nuestras pruebas. Código: Navidad10

Válido hasta el 10/01/2022. No acumulable a otros vales descuento.

Días
Horas
Minutos
Segundos

10 enfermedades respiratorias

El sistema respiratorio, como su propio nombre indica, está compuesto por los órganos y estructuras que permiten el intercambio de aire entre el entorno y nuestro cuerpo. Entre otras muchas cosas, está compuesto por la nariz, la garganta, la laringe, la tráquea, los bronquios, los bronquiolos y los pulmones. Un mal funcionamiento del aparato respiratorio puede tener efectos muy graves sobre la salud, pues favorece cuadros potencialmente letales como hipoxia (falta de oxígeno a los tejidos), arritmias y pérdida de conocimiento.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 3 condiciones respiratorias figuran entre las 10 causas más frecuentes de muerte en todo el mundo. Como mínimo, esto subraya la importancia de los sistemas de intercambio de gases en el cuerpo humano y que, sin ellos, la vida es imposible. Con esta idea en mente, te mostramos 10 enfermedades respiratorias comunes y cómo detectarlas a tiempo.

1. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, abreviada como EPOC, es la tercera causa de muerte en todo el mundo. En 2019, esta condición causó más de 3 millones de defunciones, el 80 % de ellas registradas en países de ingreso medio-bajo. El desencadenante principal de esta condición suele ser la exposición continuada a irritantes capaces de dañar los pulmones y las vías respiratorias, sobre todo el tabaco. Se estima que hasta el 15 % de las personas fumadoras terminarán desarrollando EPOC a lo largo de su vida.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es progresiva y los signos clínicos no suelen hacerse evidentes hasta que el daño en los pulmones es considerable. Entre ellos, se incluyen sibilancias, falta de aire, opresión en el pecho, tos permanente con esputos, falta de energía y bajada de peso involuntaria. El daño producido en los pulmones no se puede revertir, pero dejar de fumar y evitar la exposición a químicos irritantes sí que permite experimentar una clara mejoría a nivel de síntomas. Los medicamentos broncodilatadores, esteroides inhalables y más también pueden paliar los signos más molestos de la enfermedad.

2. Asma

El asma es una enfermedad respiratoria crónica que provoca la hinchazón y el estrechamiento de las vías respiratorias pulmonares. Sus signos y síntomas principales, como los de otras muchas condiciones que involucran al aparato respiratorio, comprenden falta de aire, dolor de pecho, sibilancias y problemas para dormir, entre otros. Este cuadro afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo y, curiosamente, parece presentar una mayor incidencia en países de alto ingreso.

No está claro por qué algunas personas desarrollan asma y otras no, aunque se sospecha que su aparición depende de factores tanto ambientales como genéticos. De todas formas, sí que hay diversos compuestos que pueden desencadenar los conocidos ataques de asma, entre los que destacan el polen, el aire frío, los contaminantes, la actividad física y las infecciones respiratorias. El asma no tiene cura, pero se puede controlar a nivel sintomático con corticoides inhalados, teofilina, modificadores de leucotrienos y otros medicamentos.

3. Infecciones de las vías respiratorias superiores

Las infecciones agudas de las vías respiratorias o aéreas superiores son muy comunes en la población general, sobre todo en picos estacionales como otoño e invierno, en los que las personas tendemos a aglomerarnos más en espacios cerrados. Aquí se engloban algunos de los cuadros más conocidos y capaces de contagiarse a través de toses y estornudos, como el catarro, la gripe, la sinusitis, la faringitis o la epiglotitis.

La mayoría de los agentes causales de estas infecciones son de tipo vírico, especialmente los géneros Rhinovirus, Coronavirus, Influenzavirus, Parainfluenzavirus, Pneumovirus y Adenovirus, entre otros. Algunas de estas infecciones también pueden ser causadas por bacterias, como es el caso de la faringitis estreptocócica y su desencadenante Streptococcus, si bien en adultos esto no es tan común. El tratamiento de estos cuadros depende de los microorganismos causales, aunque en muchos casos basta con reposo, medicación de soporte y una buena hidratación.

movil
salud proactiva

4. Cáncer de pulmón

El término cáncer engloba a un grupo heterogéneo de enfermedades que tienen una característica en común: el crecimiento y división descontrolado de células mutadas, capaces de viajar a otras partes del cuerpo y generar una metástasis. El cáncer es la primera causa de muerte en todo el mundo y el de pulmón es el segundo más prevalente en la sociedad, solo superado por el de mama. La OMS estima que cada año se producen más de 2 millones de casos de cáncer de pulmón y, por desgracia, el pronóstico no suele ser favorable. La tasa general de supervivencia a 5 años del diagnóstico en todas las fases combinadas es del 21 %.

Como ya sabrás, fumar es el principal factor del riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón. Hasta el 90 % de las muertes por esta neoplasia maligna están vinculadas al consumo de tabaco y la probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón es hasta 25 veces mayor en las personas fumadoras. El consumo de tabaco está vinculado a una infinidad de condiciones más, así que la conclusión en este apartado es clara: no fumar nunca, o dejar de hacerlo, es una de las decisiones más saludables que puede tomar un ser humano en toda su vida.

5. Bronquitis

La bronquitis es una de las enfermedades respiratorias más comunes. Esta condición se produce cuando los bronquios, conductos en que se bifurca la tráquea, se inflaman. En su variante aguda y limitada en el tiempo, la bronquitis suele estar causada por los mismos virus citados en el apartado 3 de esta lista, mientras que el cuadro progresivo y crónico casi siempre está desencadenado por el consumo de tabaco.

Fuentes profesionales estiman que, cada año, el 5 % de la población mundial reporta al menos un episodio de bronquitis aguda. Por suerte, la mayoría de los casos son autolimitados y mejoran por sí solos sin necesidad de tratamiento, ya que el propio sistema inmunitario suele ser capaz de combatir la infección por sí solo. En caso de que el paciente presente una bronquitis crónica y no aguda, se puede optar por rehabilitación pulmonar y un enfoque multidisciplinar (además de dejar de fumar, por supuesto).

6. Bronquiolitis

Aunque esta palabra se parezca mucho a la anterior, en este caso hablamos de una inflamación de los bronquiolos, las vías aéreas pequeñas en las que se subdividen los bronquios dentro de los pulmones. Se trata de una afección pulmonar bastante común en bebés y niños pequeños, siendo en muchos casos desencadenada por el virus sincitial respiratorio.

La bronquiolitis en su variante más común representa la infección más habitual en lactantes, pues afecta al 11-12 % de ellos de manera anual. Suele ser una enfermedad autolimitada y que no requiere tratamiento, pero en un porcentaje reducido de los casos se puede necesitar hospitalización por dificultades para respirar.

7. Neumonía

La neumonía es un diagnóstico general que hace referencia a una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones con acumulación de líquido y secreciones. La diferencia entre este cuadro y los anteriores es clara: en los 2 apartados previos las áreas afectadas eran los bronquios o los bronquiolos, mientras que aquí fijamos nuestra atención en los alveolos pulmonares. Este cuadro causa unos 2,5 millones de muertes anuales en todo el mundo, de las cuales más de 1/3 correspondían a niños menores de 5 años. Por este motivo, se considera una de las condiciones más letales en edad pediátrica.

La neumonía suele estar causada por bacterias, sobre todo la especie Streptococcus pneumoniae. También puede desencadenarse por la infección de ciertos virus, como el COVID-19, o algunos hongos capaces de instaurarse en los pulmones (aunque esto se limita de forma casi exclusiva a pacientes inmunosuprimidos). Sea como fuere, esta enfermedad se mueve en un espectro de leve a grave y se asocia a complicaciones como bacteriemia, derrame pleural, absceso pulmonar y más. El tratamiento depende del agente causal, aunque a veces se requiere hospitalización.

8. Tuberculosis

La tuberculosis o TB es una de las enfermedades respiratorias más conocidas por su representación en la cultura general. Está causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, un microorganismo intracelular patógeno obligado que por lo usual ataca a los pulmones, aunque también puede afectar a otras partes del cuerpo (como riñones, columna vertebral, cerebro y más). La tuberculosis puede llegar a ser mortal y ha supuesto una causa de muerte global muy importante en el pasado, pero se puede tratar de forma efectiva con los antibióticos adecuados.

Los síntomas principales de esta infección son los siguientes: tos intensa que dura 3 semanas o más, dolor en el pecho, esputos sanguinolentos, fatiga, falta de apetito, pérdida de peso, escalofríos, sudores nocturnos y más. La pauta más habitual de tratamiento de la tuberculosis es la combinación de los antibióticos isoniazida, rifampicina y pirazinamida. El abordaje se mantiene por varios meses (al menos 6), pues el agente patógeno es bastante difícil de combatir.

9. Fibrosis quística

La fibrosis quística (FQ) es una de las excepciones en esta lista de enfermedades respiratorias, pues se trata de una condición de origen genético. La FQ está causada por diversas mutaciones en el gen CFTR y se hereda de forma autosómica recesiva, es decir, que se requieren ambas copias del gen defectuosas (una del padre y otra de la madre) para que se manifieste. Los síntomas son muy variables y pueden presentarse desde el nacimiento o, en su defecto, aparecen en la adolescencia o la edad adulta.

Hace unas décadas la esperanza de vida de esta condición no superaba los 20-25 años, pero en la actualidad se ha duplicado o más. Cada vez se diagnostica antes, lo que permite realizar un abordaje proactivo y comenzar el tratamiento antes de que la condición se agrave. No existe una cura para la fibrosis quística, pero la combinación de antibióticos, medicamentos que diluyen la mucosidad pulmonar, broncodilatadores y más pueden ayudar mucho a sobrellevarla.

10. Otros tipos de cáncer de las vías respiratorias

El cáncer de pulmón no es el único tipo de cáncer que afecta a las vías respiratorias. También hay que destacar los siguientes, a modo de cierre de este espacio:

  • Cáncer de tráquea: la incidencia global del cáncer de tráquea es de 2,6 pacientes por cada 1 000 000 de habitantes al año, lo que supone un 0,4 % de los cánceres totales.
  • Cáncer de garganta: este término engloba a diversos tipos de cáncer, como el nasofaríngeo, el orofaríngeo, el glótico, el supraglótico y el subglótico. Las cifras epidemiológicas, el tratamiento y el pronóstico varían según la variante consultada.
  • Cáncer del seno paranasal y la cavidad nasal: en este caso, las células cancerosas aparecen en el entorno nasal. El tipo más común de cáncer de seno paranasal y de cavidad nasal es el carcinoma de células escamosas.
Ejemplos de enfermedades raras.

Como puedes ver, existen muchas enfermedades respiratorias, pero casi todas son causadas por 2 eventos muy concretos: infecciones víricas y consumo de tabaco. La exposición a algunos de los agentes desencadenantes no se puede controlar, pero sin duda no fumar es una de las mejores decisiones que se deben tomar para evitar condiciones respiratorias y de otros muchos tipos.

Compra tu prueba

Otros artículos relacionados

5 replies on “10 enfermedades respiratorias

  • María Nohemi gomez

    Interesante artículo me gustaría saber más sobre una bacteria que es causada por el escremento de las palomas y que se contrae en personas con las defensas muy bajitas graciad

    Responder
    • Samuel

      Buenos días, Marsol Blas. Creemos que te refieres a un evento clínico conocido como colapso pulmonar. El colapso pulmonar, también conocido como atelectasia, ocurre cuando parte o todo un pulmón colapsa o se desinfla debido a diferentes razones. Esto puede suceder por una obstrucción en las vías respiratorias, como un tapón de moco o un tumor, presión externa sobre el pulmón, como la acumulación de líquido en el espacio pleural o un neumotórax, o condiciones médicas que afectan la capacidad del pulmón para expandirse adecuadamente. Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, dolor en el pecho y tos. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir la eliminación del bloqueo, la colocación de un tubo en el pecho para drenar el aire o líquido, o la terapia para ayudar a expandir el pulmón.

      El colapso pulmonar es una emergencia médica, especialmente si es un colapso pulmonar completo o si se desarrolla un neumotórax a tensión. Ante cualquier duda o inquietud, no dudes en ponerte en contacto con tu profesional médico de confianza.

      Responder

Deja aquí tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *