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9 alérgenos alimentarios comunes

Las alergias y las intolerancias a ciertas comidas son mucho más comunes de lo que en un principio puede parecer. Según estudios, el 25 % de la población mundial ha experimentado una reacción adversa alimentaria al menos una vez en su vida y las cifras parecen ir al alza. En Estados Unidos, por ejemplo, la incidencia de las visitas al centro médico por alergias alimentarias se ha triplicado en los últimos años. En otros países, como Reino Unido, se ha observado un aumento de los casos de anafilaxia (una complicación de la alergia) en niños por consumo de alimentos en un 72 %. Un incremento más que notable.

Las alergias alimentarias son respuestas inmunitarias del organismo que ocurren al entrar en contacto con alérgenos presentes en ciertas comidas. En estos cuadros, el cuerpo percibe como “nociva” una sustancia, generalmente una proteína, que en situaciones de normalidad no reporta ningún daño. El primer paso para combatir las reacciones alérgicas es evitar al alérgeno en cuestión, y para conseguirlo hay que conocerlo. Con esta idea en mente, te mostramos 9 alérgenos alimentarios comunes. ¡No dejes de leer!

1. Leche

Según la School Nutrition Association (SNA), la leche es el alérgeno más común para los niños pequeños. Esta reacción adversa está presente en el 2-3 % de los infantes menores de 3 años de edad y, aunque en el pasado se creía que era un cuadro transitorio de rápida superación, se ha descubierto que menos del 20 % de los niños superan este tipo de alergia a los 4 años. Como buena noticia, cabe destacar que en casi todos los casos la alergia a la leche desaparece antes de los 16 años.

No hay que confundir la alergia a la leche con la intolerancia a la lactosa. En la intolerancia a la lactosa se produce una deficiencia de la enzima lactasa, encargada de metabolizar los productos lácteos. En la alergia, el sistema inmunitario responde a la caseína o el suero de la leche, pues los interpreta como agentes nocivos que deben ser eliminados. La intolerancia a la lactosa es más común en adultos que en niños y supone un menor riesgo, pues no hay posibilidad de que se desarrolle una respuesta anafiláctica. La sintomatología y el tratamiento de ambos cuadros también es muy diferente.

2. Huevo

La alergia al huevo afecta al 2 % de los niños pero, como el caso anterior, hasta el 70 % de ellos la han superado al cumplir los 16 años. Cuando hablamos de “superar” queremos decir que el cuerpo desarrolla una tolerancia tras la exposición repetida al alérgeno y deja de responder a él con el paso del tiempo. Aunque esto no ocurra en todos los casos, el huevo y la leche son claros ejemplos de alérgenos alimentarios que pueden suponer un problema durante la niñez, pero no en la edad adulta.

3. Cacahuete

La alergia a los cacahuetes es una de las más conocidas. Según estudios, este cuadro se ha triplicado en las 2 últimas décadas, llegando a presentarse hasta en el 2 % de la población general. Las razones de este aumento en la prevalencia son probablemente multifactoriales: la sensibilización a través de la piel parece estar asociada con el desarrollo de alergia al cacahuete y el eczema atópico en la infancia está vinculado con un alto riesgo de presentarla a lo largo de la vida.

Esta alergia cursa con síntomas como picor en la boca, ronchas en la piel, conjuntivitis, rinitis y dificultad para respirar. Como en el resto de los elementos del listado, la exposición al alérgeno puede causar en los casos más graves un shock anafiláctico, que puede incluso comprometer la vida del paciente.

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4. Avellana

La alergia a las avellanas es una de las 8 más comunes a nivel global y afecta, de media, al 0,5-1 % de la población. Además, este alérgeno es uno de los que más comúnmente se asocian a anafilaxis y suele durar una vida entera, pues menos del 10 % de las personas afectadas consiguen superar este tipo de alergia con el paso de los años. Curiosamente, hasta 1 de cada 3 pacientes con una alergia a los cacahuetes también presenta reacciones adversas al consumo de avellanas.

5. Pescado

La alergia al pescado está presente en el 1 % de la población de ciertas regiones de alto ingreso, como Estados Unidos. Aunque este porcentaje parezca bajo, hay que destacar que casi la mitad de las personas que la experimentan no reciben un diagnóstico adecuado hasta que no alcanzan la edad adulta, pues no es de las principales sospechosas cuando el paciente infantil presenta síntomas típicos de la alergia.

En general, el alérgeno que desemboca esta reacción inmunitaria está en pescados como el atún o el salmón. Además, es posible que el paciente pueda consumir algunas especies concretas y no otras, lo que dificulta el diagnóstico.

6. Crustáceos

La alergia a los crustáceos es otra de las más conocidas y no es para menos, ya que puede afectar hasta al 10 % de la población, tal y como indican estudios. El alérgeno que más se asocia a este cuadro es la tropomiosina, una proteína importante para el sistema muscular de estos invertebrados. Cabe destacar que, aunque ambos provienen del entorno marino, no hay reactividad cruzada entre la alergia al pescado y al marisco.

7. Trigo

Según investigaciones epidemiológicas, la alergia al trigo afecta al 0,3-3,4 % de la población. Tal y como ocurre en otros elementos de este listado, es mucho más común en niños y se suele haber superado de los 12 años de edad en adelante. Es necesario no confundir esta condición con la enfermedad celiaca, pues tanto el mecanismo subyacente como los alérgenos en sí son diferentes. La mayoría de las comidas gluten free son aptas para alérgicos al trigo (ya que el trigo tiene gluten y por eso se omite en su composición), pero los alimentos sin trigo sí pueden contener cebada o centeno, otros tipos de cereales que también tienen gluten.

8. Soja

La alergia a la soja afecta a 1-6 pacientes por cada 1000 adultos, de forma estimada. Aunque se creía que era otro de los múltiples procesos alérgicos asociados a la niñez, reportes citan que también es común en la edad adulta. Estas semillas se emplean durante la fabricación de alimentos, se utilizan como texturizantes, emulsionantes y rellenos de proteínas, y se recurre a ellas como comida para animales e ingrediente en cientos de productos químicos. Por estas razones, es un alimento difícil de esquivar y hay que tener mucho cuidado.

9. Sésamo

La alergia al sésamo es la novena más común tanto en adultos como en niños en ciertas regiones de alto ingreso, como Estados Unidos. Muchos alimentos que contienen trazas de este ingrediente no lo especificaban hasta tiempos recientes, pero cada vez se tiene más en cuenta como uno de los alérgenos alimentarios típicos y extendidos.

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En estas líneas te hemos mostrado 9 ingredientes comunes capaces de generar respuestas alérgicas, pero existen muchos más. Ante cualquier duda o sensación de malestar tras ingerir un alimento concreto, te recomendamos ir al médico digestivo con presteza. Si no se atienden, las reacciones alérgicas pueden transformarse en un choque anafiláctico potencialmente mortal. En el terreno inmunitario, siempre es mejor prevenir que curar.

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