El término microbiota hace referencia al conjunto de microorganismos (bacterias, virus, levaduras, protozoos y más) que habitan en nuestro cuerpo. Por otro lado, el microbioma comprende a las colonias de microbios que ocupan un nicho concreto en el organismo, pero también a sus productos metabólicos, genes e interacciones con el entorno. Ambos conceptos son cada vez más importantes para comprender la salud humana, pues como especie, requerimos tanto una microbiota como un microbioma estables para mantener la salud.
La microbiota más conocida hoy en día es la intestinal, y no es para menos, pues cuenta con una diversidad apabullante y tiene una serie de funciones esenciales para la vida: proteger frente a infecciones, sintetizar vitaminas, metabolizar compuestos de origen vegetal y mucho más. De todas formas, también existen colonias de microorganismos vitales para el bienestar en otras partes del cuerpo, como la boca.
La microbiota oral está ganando cada vez más peso en lo que a salud bucodental se refiere, pues su desequilibrio parece estar asociado a patologías como la periodontitis, las caries, la gingivitis e incluso otros cuadros clínicos más severos. En las siguientes líneas, te contamos todo lo que debes saber sobre la disbiosis oral.
Una introducción a la microbiota oral
Como su propio nombre lo indica, la microbiota oral hace referencia a la comunidad de microorganismos que habita en la cavidad oral humana. Tal y como señalan fuentes científicas, este ecosistema está compuesto por más de 1000 especies de bacterias, virus, protozoos y hongos, cifra que pone en valor su gran diversidad. Los géneros bacterianos Streptococcus, Veillonella y Lactobacillus son los más representados en este entorno, aunque cohabitan con ellos otros muchos microorganismos que no se deben desestimar.
La microbiota oral tiene múltiples funciones para el mantenimiento de la salud bucodental del ser humano. Destacamos las siguientes:
- Protección frente a patógenos: las colonias comensales y simbiontes asentadas en el entorno oral ocupan espacio físico y consumen recursos, por lo que evitan que potenciales agentes infecciosos se asienten en su lugar.
- Digestión: junto con las enzimas de la saliva y otros elementos, algunos microorganismos orales agilizan el proceso de digestión de los alimentos desde su entrada por la cavidad oral.
- Estimulación del sistema inmunitario: si bien la relación entre la microbiota y el sistema inmunitario es compleja, cada vez hay más evidencias de la modulación de la respuesta inmunitaria humana por parte de las distintas colonias de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo.
- Protección de tejidos, mantenimiento del equilibrio ecológico, producción de sustancias metabólicas y más.
Como ves, la microbiota oral es muy importante para el bienestar, no solo de la salud bucodental, sino del organismo en general. En las siguientes líneas, exploramos qué ocurre cuando este equilibrio ecológico se ve alterado.
¿Qué es la disbiosis oral?
La disbiosis oral es un desequilibrio en la microbiota oral. Puede ser resultante de una alteración en la composición de las colonias, en la cantidad de microorganismos de ciertas colonias, o ambas. Este evento se ha asociado a diversas enfermedades y trastornos, entre los cuales destacamos los siguientes:
- Caries. Daño que se produce en la superficie o esmalte de un diente cuando se asientan ciertas bacterias productoras de ácido.
- Gingivitis. Inflamación en la parte de las encías que rodea la base de los dientes.
- Periodontitis. Infección grave de las encías que daña el tejido blando alrededor de los dientes.
Más allá de la salud bucodental, investigaciones están tratando de descifrar el papel de la disbiosis de oral en enfermedades sistémicas, como la diabetes, la patología cardiovascular, el lupus y más. De todas formas, su relación todavía es compleja y se requiere un mayor conocimiento científico.
Síntomas asociados a esta disbiosis
Los síntomas asociados a la disbiosis oral suelen comenzar de forma sutil, y hacerse más evidentes a medida que pasa el tiempo y el cuadro no se resuelve. Entre la sintomatología más habitual, se destaca:
- Mal aliento persistente (halitosis).
- Sequedad bucal.
- Aparición repetida de caries.
- Inflamación e irritación en las encías, lo que se traduce en dolor oral.
- Sensibilidad dental.
- Aparición de úlceras bucales recurrentes.
- Aparición de placa dental y sarro.
- Infecciones orales recurrentes.
Es importante tener en cuenta que todos estos síntomas pueden ser causados por disbiosis u otras condiciones, tanto orales como sistémicas. Ante cualquiera de ellos, se hace necesario ponerse en manos de un profesional en salud.
¿Cuáles son las causas de la disbiosis oral?
Diversos factores pueden predisponer a la aparición de una disbiosis oral. Destacamos:
- Mala higiene bucal y falta de cepillado dental regular.
- Malos hábitos alimenticios y consumo excesivo de azúcares y alimentos ultraprocesados.
- Consumo de tabaco.
- Consumo de alcohol.
- Uso de antibióticos, especialmente si no han sido recetados y si no se siguen las pautas de consumo.
- Uso indiscriminado de ciertos colutorios indicados para tratamientos concretos.
- Estrés mantenido en el tiempo.
- Enfermedades sistémicas previas, como la diabetes.
Es muy importante mantener una higiene bucodental adecuada para evitar la disbiosis oral. Esto incluye cepillarse los dientes 3 veces al día durante unos 3 minutos, cambiar el cepillo de forma regular, usar hilo dental con cada cepillado y visitar al dentista de forma regular, al menos una vez al año.
Diagnóstico de la disbiosis oral
Para el diagnóstico de la disbiosis oral, se requiere una combinación de exámenes clínicos orales, anamnesis y recogida del historial clínico del paciente, pruebas microbiológicas e incluso técnicas moleculares. Las técnicas moleculares, como la PCR y el NGS (next generation sequencing) son de gran utilidad en este ámbito, pues permiten caracterizar los índices de diversidad en el ecosistema oral y la proporción de diversas familias y géneros bacterianos, incluyendo aquellos potencialmente patógenos.
Tratamiento del desequilibrio de la microbiota oral
El tratamiento de la disbiosis oral depende de muchos factores: la condición subyacente que lo ha desencadenado, el estado de salud del paciente, la seriedad del desequilibrio y las potenciales enfermedades derivadas, entre otras cosas. En general, se suelen tomar las siguientes aproximaciones, aunque es necesario recalcar que todo abordaje debe ir supervisado por un profesional:
- Eliminar la placa dental, ya sea de forma física o con el uso de antibióticos.
- Raspado y alisado radicular, en caso de periodontitis.
- Extracción de las caries, en caso de estar presentes.
- Uso de ciertos colutorios y soluciones orales específicas, siempre recomendadas con anterioridad por un profesional en salud.
Más allá de estos abordajes, el mantenimiento de la higiene bucal y la alimentación sana por parte del paciente son esenciales para evitar la aparición de una disbiosis oral.
Conocer las causas, los síntomas y el tratamiento de la disbiosis oral es esencial, tanto para su prevención como para su abordaje. Ante cualquier duda sobre el mantenimiento de la salud bucodental o la aproximación de los cuadros clínicos que se asocian a ellas, no dudes en consultar a tu dentista o profesional en salud de confianza.
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.