El término gastroenteritis hace referencia a la inflamación del revestimiento del estómago y los intestinos. Sus principales síntomas son conocidos por prácticamente toda la población, pues casi todos hemos padecido este cuadro clínico en algún momento de nuestras vidas. Entre los signos clínicos más comunes de gastroenteritis, se destacan el dolor abdominal, los vómitos y la diarrea.
La inflamación del aparato digestivo puede tener muchas casas, tanto infecciosas (virus, bacterias, protozoos y más) como no infecciosas (intoxicaciones, reacciones a medicamentos). En las siguientes líneas, recogemos todo lo que debes saber sobre la gastroenteritis viral y cómo abordarla antes de que se agrave.
¿Qué es la gastroenteritis viral?
Como su propio nombre lo indica, la gastroenteritis viral es la inflamación o hinchazón del estómago y los intestinos a raíz de un virus. Es el tipo de gastroenteritis más usual en todo el mundo y, además, responde a la mayoría de cuadros diarreicos a nivel global. Este cuadro clínico es principalmente provocado por dos agentes víricos, los cuales se describen de forma individual en los siguientes párrafos.
Norovirus
Los Norovirus son un género de virus ARN de la familia Caliciviridae. Existen diversos genogrupos dentro de esta categoría, si bien los G1 y G2 son los principales responsables de la infección en humanos. Los norovirus provocan el 50 % de los brotes de gastroenteritis por intoxicación alimentaria en regiones de alto ingreso, como EE. UU, y también se les atribuye el 90% de los casos de diarrea epidémica en todo el mundo.
Para circunscribir aún más la importancia sanitaria de este agente patógeno, cabe destacar que el norovirus provoca alrededor de 685 millones de casos de enfermedad y 200 000 muertes anuales a nivel global. Los niños menores de 5 años son los más afectados por este agente infeccioso, pues se estima que 50 000 defunciones en este grupo de edad en países de bajo ingreso se asocian a este patógeno.
Rotavirus
Rotavirus es un género de virus ARN bicatenario de la familia Reoviridae. Se han identificado 7 grupos principales de rotavirus, denominados de la A a la G, pero solo los 3 primeros infectan a seres humanos (siendo el A el más preocupante a nivel sanitario). Tal y como indican fuentes profesionales, Antes de la vacunación de rutina, el rotavirus era la causa más común de enfermedad diarreica en la población pediátrica, con aproximadamente 3,5 millones de casos por año en regiones de alto ingreso como Estados Unidos.
A nivel global, en el pasado este grupo vírico provocaba más de 440 000 muertes al año. Por suerte, y desde la implementación de procesos de vacunación, el número de casos ha disminuido hasta en un 90 %. Aun así, continúa siendo un patógeno que requiere atención sanitaria, pues sigue provocando defunciones en regiones empobrecidas, sobre todo en la población pediátrica.
Síntomas de la gastroenteritis viral
Tal y como indican páginas expertas en medicina, los síntomas de la gastroenteritis viral suelen aparecer entre 24 y 48 horas después del contacto con el agente causal. Entre los más comunes, destacamos los siguientes:
- Diarrea suelta o acuosa que consiste en 3 o más deposiciones en un día. En general, la diarrea en este cuadro clínico no es sanguinolenta.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Fiebre.
- Dolor abdominal.
En general, la sintomatología dura menos de una semana, y el estado del paciente suele mejorar de 1 a 3 días después del inicio de los síntomas. Todo proceso que se mantenga por más de 2 semanas comienza a considerarse crónico y requiere atención médica especial.
Otros síntomas, menos comunes y que indican una mayor gravedad de la infección, son los siguientes:
- Escalofríos y/o sudoración excesiva.
- Rigidez articular.
- Dolor muscular.
- Alimentación deficiente.
- Pérdida de peso.
Aunque muchos de estos cuadros se resuelvan por sí solos, hay que tener cuidado con potenciales efectos secundarios, como la deshidratación (sobre todo en niños pequeños). Ante cualquier duda o aumento de la gravedad del cuadro, se recomienda una visita inmediata al médico.
Causas de la gastroenteritis viral
Los agentes causales de la gastroenteritis viral se transmiten principalmente a través de las siguientes vías:
- Transmisión fecal-oral: es la vía más común de contagio. El virus se encuentra en las heces de las personas infectadas y estas pueden contaminar alimentos, agua, superficies y objetos. La infección ocurre cuando una persona ingiere el virus al tocarse la boca después de entrar en contacto con estos elementos contaminados.
- Consumo de alimentos o agua contaminados: los virus causantes de gastroenteritis pueden estar presentes en alimentos y bebidas contaminados. Esto es especialmente frecuente en comidas mal cocidas, mal lavadas o manipuladas por personas infectadas que no se lavaron las manos adecuadamente.
- Contacto directo persona a persona: los agentes patógenos pueden propagarse a través del contacto directo con una persona infectada, por ejemplo, al darle la mano.
- Inhalación de partículas en el aire: aunque es menos usual, algunos virus que causan gastroenteritis pueden transmitirse a través del aire mediante la inhalación de aerosoles producidos por el vómito.
En este punto, cabe destacar que los bebés, los niños, la población geriátrica y las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado tienen más proclividad de padecer esta infección. También hay que tener en cuenta que los agentes víricos son estacionales y más prevalentes en algunas épocas del año.
Diagnóstico
En la mayoría de los casos, el diagnóstico de la gastroenteritis viral es clínico, es decir, se confirma la infección a partir de los signos y síntomas del paciente, además de otros datos de interés (momento de la infección, contacto previo con personas infectadas y más). Si la persona infectada tiene signos vitales adecuados y no presenta deshidratación, lo más probable es que no se requieran estudios de identificación accesorios.
En los casos en los que la infección sea prolongada, los síntomas graves, o se sospeche de un cuadro clínico subyacente, se pueden requerir estudios para descartar otros cuadros. Por ejemplo, los hemogramas completos pueden revelar una leucocitosis leve, y los marcadores inflamatorios séricos también pueden mostrar una elevación ligera. Los pacientes que sufren de deshidratación significativa pueden demostrar hemoconcentración y alteraciones electrolíticas en las distintas pruebas bioquímicas realizadas.
En última instancia, cabe destacar que se pueden realizar cultivos fecales para la identificación exacta del patógeno causal de la infección mediante metodologías genéticas, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Esto es especialmente importante en personas con infecciones crónicas y otros problemas de salud asociados (inflamación intestinal, disbiosis y más).
Tratamiento de la gastroenteritis viral
En general, la mayoría de los casos de gastroenteritis viral se resuelven por sí solos en unos pocos días sin necesidad de tratamiento médico intensivo, pues el sistema inmunitario se encarga de combatir a los virus. Suele ser suficiente con reposo, hidratación abundante y consumo de electrolitos.
En la siguiente lista, recogemos algunos de los abordajes más empleados para el alivio y apoyo sintomático:
Hidratación:
- Oral: beber líquidos como agua, caldos, soluciones de rehidratación oral y zumos de frutas diluidos es esencial. Por otro lado, hay que evitar bebidas alcohólicas, cafeína y zumos no diluidos, pues estos pueden empeorar la diarrea.
- Intravenosa: en casos graves de deshidratación (especialmente en niños pequeños, ancianos o personas con sistemas inmunitarios debilitados), puede ser necesaria la rehidratación intravenosa en un hospital.
Dieta:
- Iniciar con alimentos blandos: una vez que los vómitos se hayan detenido, se recomienda comenzar con alimentos blandos y fáciles de digerir, como plátanos, arroz, puré de manzana y tostadas.
- Evitar alimentos grasos, picantes y ricos en fibra: estos pueden irritar aún más el sistema digestivo, haciendo que los síntomas permanezcan por más tiempo.
Medicamentos:
- Antieméticos: en algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos para controlar los vómitos.
- Antipiréticos y analgésicos: medicamentos como el paracetamol pueden ayudar a reducir la fiebre y el malestar.
Descanso:
- Reposo en cama: permitir que el cuerpo descanse y se recupere es crucial. Evitar el ejercicio y las actividades físicas intensas durante la enfermedad es esencial.
La gastroenteritis viral es generalmente leve, pero puede causar problemas de salud serios en ciertos sectores poblacionales o si se torna crónica. Ante cualquier duda o síntoma fuera de la normalidad, se recomienda visitar al médico con presteza.
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.