La microbiota intestinal está cada vez más presente en la conversación sanitaria, tanto en la población general como en médicos y nutricionistas. El conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino modelan nuestro bienestar mucho más de lo que en un principio podría parecer, pues nos ayudan a evitar infecciones, sintetizan vitaminas y compuestos que requerimos para vivir, y metabolizan sustancias que nosotros no somos capaces de digerir por nuestra propia cuenta, entre otras cosas. Sin duda, la microbiota es esencial para comprender el cuerpo humano tal y como es a día de hoy.
El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) es una condición también cada vez más discutida en el entorno nutricional, ya que puede causar muchos síntomas de origen aparentemente inespecífico similares al intestino irritable, celiaquía y más. De todas formas, se conoce menos sobre un trastorno asociado, pero de etiología diferente: el sobrecrecimiento fúngico del intestino delgado (SIFO). Te lo contamos todo sobre él en las siguientes líneas.
¿Qué es el SIFO?
La microbiota intestinal hace referencia al conjunto de microorganismos (bacterias, protozoos, hongos e incluso virus) que habitan en el aparato digestivo humano. Las bacterias suelen recibir una mayor atención a la hora de hablar de microbiota y microbioma, pues tal y como indican estudios, son las que más representadas están y podríamos albergar entre 300 y 500 especies de ellas en nuestro tracto gastrointestinal. De todas formas, no hay que olvidar que los hongos y las levaduras también son capaces de asentar colonias en el intestino del ser humano.
La colonización crónica de las superficies mucosas, incluido el tracto urogenital, la cavidad oral y el tracto gastrointestinal con hongos es común, según investigaciones. Esto es especialmente cierto en el caso del género Candida, pues se estima que entre el 30 y 70 % de los adultos sanos son portadores de algunas especies de cándida sin presentar enfermedad. Aunque hay más de 160 especies de hongos en este género, Candida albicans es la que se asocia con más asiduidad a la patología, tanto a nivel intestinal como en otras partes del cuerpo.
El sobrecrecimiento fúngico del intestino delgado (SIFO) se define como la presencia de una cantidad excesiva de organismos fúngicos en el intestino delgado asociada con síntomas gastrointestinales (GI). Estudios revelan que hasta el 27 % de las personas con sintomatología digestiva inespecífica podrían tener SIFO, y que en el 97 % de los casos la aparición de este cuadro está relacionada con el sobrecrecimiento del género Candida.
Como hemos recalcado en líneas previas, diversas especies de cándidas habitan de forma comensal en distintos tejidos del cuerpo humano, y en niveles bajos no suelen ser un problema. De todas formas, ciertos eventos o tratamientos pueden hacer que se descontrolen sus poblaciones, generando así el SIFO y otros problemas.
Síntomas asociados al sobrecrecimiento fúngico del intestino delgado (SIFO)
Los síntomas del SIFO son muy similares a los de otras condiciones gastrointestinales crónicas, como la enfermedad celiaca, la sensibilidad alimentaria o el síndrome de intestino irritable (SII). Entre los más notables, destacamos los siguientes:
- Hinchazón abdominal y sensación de llenura.
- Gases (meteorismo).
- Eructos.
- Dolor abdominal.
- Diarreas.
- Náuseas.
- Indigestión.
En caso de presentar cualquiera de los signos clínicos citados por un tiempo prolongado, te recomendamos que acudas a tu profesional en salud de confianza. Se trate de SIFO o no, el malestar gastrointestinal puede tener muchas causas y requiere abordaje médico. Es necesario destacar que el SIFO no abordado podría asociarse a la aparición de otros cuadros, como úlceras gástricas, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
Causas del SIFO
Como se ha mencionado en líneas previas, el sobrecrecimiento fúngico del intestino delgado ocurre por un crecimiento excesivo de hongos, especialmente Candida, en el aparato gastrointestinal. En general, este evento se asocia a personas con inmunosupresión o sistemas inmunitarios no tan desarrollados, como niños, ancianos o pacientes con VIH, cáncer y otras enfermedades que puedan causar un desbalance inmunitario.
De todas formas, el SIFO también puede ocurrir en personas con el sistema inmunitario estable. Algunos de los factores predisponentes que podrían favorecer su aparición son:
- Trastornos de la motilidad intestinal.
- Consumo de fármacos inhibidores de la bomba de protones (IBP).
- Uso de catéteres.
- Consumo de antibióticos prolongado, sobre todo si se hace sin receta médica o de forma irresponsable.
- Uso de drogas por vía parenteral.
- Colectomía.
Diagnóstico
El SIFO se diagnostica generalmente mediante una combinación de historial médico, síntomas clínicos y pruebas específicas. De todas formas, uno de los métodos más aceptados es la recolección de fluido del intestino delgado. En esta prueba, se inserta una sonda a través del esófago y el estómago hasta el intestino delgado para aspirar líquido duodenal, que luego se analiza en busca de hongos. Así, se puede detectar la especie que está causando el problema, y también si existe una potencial resistencia a antibióticos.
Los análisis de heces también son de gran utilidad para la tipificación de especies de cándida en heces y otros hongos, lo que permite encaminar el diagnóstico de forma sencilla. Además, la toma de muestra se puede realizar desde la comodidad del hogar y es completamente indolora y no invasiva, a diferencia de la extracción de fluido del intestino delgado.
Tratamiento del SIFO
El sobrecrecimiento fúngico del intestino delgado (SIFO) es una condición descrita de forma relativamente novedosa, por lo que su mejor abordaje todavía no se ha determinado. Si el profesional en salud lo ve adecuado, se pueden prescribir medicamentos antifúngicos para acabar con el crecimiento excesivo, tales como el fluconazol.
También se pueden tomar ciertas medidas caseras para evitar el sobrecrecimiento fúngico, tales como:
- Llevar una dieta adecuada que no promueva la proliferación de cándida y otras especies, libre de azúcares refinados, alimentos con mucho gluten, alcohol, cafeína y ultraprocesados.
- Realizar actividad física asidua para mantener el bienestar y promover la motilidad intestinal.
El sobrecrecimiento fúngico del intestino delgado (SIFO) es una condición descrita con relativa novedad, pero que cada vez gana más tracción en el terreno tanto médico como nutricional. Detectarla a tiempo es esencial para evitar complicaciones y mantener una buena salud, tanto general como gastrointestinal.
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.
