La colitis es una inflamación del revestimiento mucoso del colon (intestino grueso). Esta condición puede presentarse de forma aguda y autolimitada o, en su defecto, cronificarse e instaurarse en el tiempo. En general, sus síntomas comprenden dolor abdominal y distensión (constantes o intermitentes), escalofríos, ganas incontrolables de ir al baño, deshidratación, diarrea, fiebre e incluso heces sanguinolentas. Su manifestación clínica depende de la causa subyacente, tal y como veremos a lo largo de este espacio.
Ante cualquiera de los síntomas citados, se hace esencial acudir a un profesional médico para establecer un diagnóstico y comenzar el tratamiento cuanto antes. Aunque no siempre se trate de un cuadro grave, siempre existen riesgos asociados si no se aborda a tiempo. En las siguientes líneas, te mostramos cuáles son los 10 tipos de colitis y cómo diferenciarlos.
1. Colitis ulcerosa
Sin duda, la colitis ulcerosa es el tipo de colitis más conocido, y el merecedor del primer puesto a nivel divulgativo. Esta condición se engloba dentro de las enfermedades inflamatorias intestinales, y cursa con la inflamación y la formación de úlceras en la membrana que recubre el recto y el colon. A pesar de los avances médicos, se desconoce su causa, aunque está comprobado que la mala alimentación y el estrés pueden agravar el cuadro. A día de hoy, se sospecha que podría derivar de un fallo en el sistema inmunitario.
La colitis ulcerosa suele instaurarse de forma progresiva y es mucho más común que se manifieste entre los 15 y 30 años. En 2023 se estimó que la prevalencia de esta condición en todo el mundo era de 5 millones de habitantes y, además, parece estar al alza. Se puede abordar con diversos fármacos antiinflamatorios, supresores del sistema inmunitario, productos biológicos y antidiarréicos, entre otros. La cirugía puede ser una opción en ciertos casos y conlleva la extirpación de todo el colon y el recto (proctocolectomía).
2. Colitis infecciosa
La colitis infecciosa es aquella asociada a una infección por un microorganismo, ya sea bacteria, virus, parásito u otro. Algunos de los síntomas que más se asocian a este cuadro clínico son los siguientes:
- Diarrea presente durante 3 o más veces en el mismo día.
- Dolor de cabeza.
- Malestar corporal general.
- Dolor abdominal.
- Distensión.
- Espasmos.
- Defecación con sangre y/o mucosidad.
- Fiebre leve.
Algunos de los agentes causales más comunes de colitis infecciosa son las bacterias del género Salmonella y Escherichia coli. Estos microorganismos suelen transmitirse a través de ingredientes o utensilios de cocina, por lo que están muy asociados a las intoxicaciones alimentarias. Muchos cuadros se resuelven por sí solos con el paso del tiempo, pero en otros casos se requieren fármacos e incluso ingreso hospitalario.
3. Colitis pseudomembranosa
La colitis pseudomembranosa o seudomembranosa está provocada por una proliferación excesiva de la bacteria Clostridium difficile. Este microorganismo puede formar parte de la microbiota normal en pequeñas poblaciones, pero cuando se consumen antibióticos o se padecen otras alteraciones, es posible que crezca de forma patógena. De todas formas, cabe destacar que no todas las infecciones causadas por el exceso de antibióticos tienen como responsable a C. difficile.
Este cuadro es poco frecuente en bebés y niños. La edad avanzada, el uso de antibióticos, el consumo de medicamentos que debilitan el sistema inmunitario, la cirugía reciente, los antecedentes previos y los trastornos gastrointestinales (como la enfermedad de Crohn) pueden favorecer su aparición.
4. Colitis microscópica
La colitis microscópica es, tal y como su propio nombre indica, aquella que solo se puede diagnosticar a través de un análisis microscópico del tejido colónico, pues en otros análisis macroscópicos es aparentemente normal. Aunque no se conoce del todo la causa de este cuadro clínico, se cree que se trata de una enfermedad autoinmunitaria en la que las células protectoras del cuerpo atacan a las bacterias y mucosas del colon, lo que provoca inflamación.
La colitis microscópica es rara, y se estima que su prevalencia es de 14 casos por cada 100 000 habitantes. El pronóstico de esta enfermedad se considera en general positivo, pues no parece progresar a otras condiciones más graves con el paso del tiempo (como cáncer).
5. Colitis isquémica
A diferencia de otros tipos de colitis nombrados, este cuadro clínico tiene lugar cuando se reduce el flujo sanguíneo a una parte del intestino grueso. La falta de sangre provoca que los tejidos del colon supone una falta de oxígeno y nutrientes, lo que puede derivar en daños y muerte de las células. Cualquier sección puede verse afectada, pero es más común que el síntoma de dolor aparezca en la parte izquierda.
Diversos cuadros pueden bloquear el flujo sanguíneo al colon. La ateroesclerosis, la presión arterial baja, la obstrucción intestinal provocada por tumores y hernias, la cirugía del sistema circulatorio, la vasculitis y el consumo de ciertas drogas son solo algunos de ellos. Si la sintomatología es muy intensa o ya se han producido daños cuantificables en el colon, la intervención quirúrgica puede ser la única opción.
6. Colitis alérgica
La colitis alérgica es una entidad clínica que puede manifestarse durante los primeros meses de vida, por lo que afecta a bebés lactantes. En este caso, se produce por una reacción desmedida del sistema inmunitario frente a la ingesta de un alérgeno, que suele ser la leche de vaca y sus proteinas asociadas.
Entre los síntomas más comunes de este tipo de colitis, destacan la aparición de reflujo en el bebé, la irritabilidad, los llantos, la regurgitación excesiva y la presencia de manchas de sangre en las heces. El tratamiento principal de este cuadro consiste en la retirada del alérgeno de la dieta (tanto de la madre como del bebé).
7. Colitis por radiación
Este tipo de colitis se produce después del tratamiento con radioterapia. Causa náuseas, diarreas, vómitos, cólicos estomacales y otros síntomas en pacientes que reciben una radiación dirigida a zonas como recto, pelvis y abdomen. Este cuadro clínico suele considerarse temporal, pues se espera que la inflamación del colon desaparezca en las semanas posteriores al cese del tratamiento. En caso de que se produzca un crecimiento excesivo de bacterias intestinales tras el desequilibrio, se puede contemplar la administración de antibióticos.
8. Colitis fulminante (por C. difficile)
La colitis fulminante es una inflamación aguda grave del colon, asociada a toxicidad sistémica, derivada de la infección por C. difficile (ya nombrada). Por tanto, es una complicación grave y potencialmente mortal que requiere un tratamiento intensivo y cirugía precoz para evitar el peor de los desenlaces. Hay otros tipos de colitis fulminantes que pueden ser provocados por enfermedades digestivas, vasculitis, radiación o consumo de drogas, pero no vamos a detenernos en sus particularidades.
9. Colitis colágena
Tal y como su propio nombre lo indica, en la colitis colágena una capa gruesa de colágeno (la proteína más abundante de nuestro cuerpo) se forma dentro del tejido del colon. Se desconoce la causa exacta de este cuadro clínico, pero anomalías genéticas, otras afecciones autoinmunitarias o el consumo de ciertos medicamentos podrían estar asociados.
10. Colitis por diversión
Este es el último de los tipos de colitis citados, y también uno de los menos conocidos. Este cuadro puede aparecer como efecto secundario en personas que se han sometido a una colostomía, una abertura en la pared abdominal que se lleva a cabo con fines médicos. Como las heces se están desviando a la bolsa de colostomía (fuera del cuerpo), es posible que la sección sin tránsito del colon al recto se vea privada de ciertos nutrientes necesarios para su funcionamiento. Esto puede causar síntomas en un porcentaje bajo de pacientes.
Como habrás podido comprobar en estas líneas, existen muchos tipos de colitis. Algunos son más severos que otros, pero ante cualquiera de los síntomas citados siempre te recomendaremos acudir a un profesional médico. En cuestiones de salud, siempre es mejor prevenir que curar.
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Redactor de contenidos y divulgador científico en grupo VIVO.
Redactor científico con más de 3 años de experiencia en divulgación en diversos portales web. Graduado en biología, con máster en zoología y especializado en biología sanitaria.