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Alergia a picaduras de insectos: todo lo que debes saber

Con la llegada de la primavera, los vegetales florecen, las temperaturas aumentan y muchos seres vivos comienzan su etapa reproductiva. Esta época del año se asocia a actividad y vida, pero también conlleva una serie de riesgos para la salud a tener en cuenta. Las personas con alergia a picaduras de insectos deben tener especial cuidado en esta estación, pues es cuando muchos himenópteros voladores empiezan a hacer presencia y mostrar conductas agresivas.

A todos nos duele que nos pique una avispa. De todas formas, si la reacción es exagerada y afecta a una gran sección del cuerpo, es momento de sospechar de un proceso alérgico. Hay que tomarse este tipo de alergias muy en serio, ya que la exposición a las toxinas de la picadura es capaz de provocar un cuadro grave conocido como anafilaxia en los casos extremos. En las siguientes líneas, te contamos todo lo que debes saber sobre la alergia a picaduras de insectos.

¿Qué es la alergia a picaduras de insectos?

Los himenópteros (orden Hymenoptera) son un grupo de insectos que incluye más de 153 000 especies descritas a día de hoy. Entre los animales más conocidos englobados en este taxón, destacan las abejas, las avispas, los abejorros y las hormigas. Diversos representantes del orden Hymenoptera poseen ovipositores modificados capaces de actuar como aguijones, los cuales sirven para inyectar toxinas al atravesar la piel. En general, estos invertebrados muestran conductas agresivas cuando la reina de la colonia o la prole se ven amenazadas (aunque no todas las especies son igual de violentas).

Se pueden dar 3 tipos de reacción ante la picadura de un insecto:

  1. Normal: cursa con enrojecimiento, dolor e hinchazón al rededor del área de la picadura. Representa el conjunto de síntomas que experimenta la mayoría de la población al exponerse al aguijonazo de un himenóptero común en los núcleos poblacionales (avispas, abejas y más).
  2. Local extensa: en este caso, los síntomas se extienden más de 10 centímetros de diámetro con respecto al lugar de la picadura. Por ejemplo, un aguijonazo en la rodilla puede causar que casi toda la pierna se inflame. Tarda al menos 24 horas en resolverse y la sintomatología es mucho más evidente.
  3. Reacción alérgica: se describirán sus síntomas en un apartado propio. Requiere atención médica inmediata.

Se estima que hasta el 5 % de la población es alérgica a las picaduras de insectos. Además, se suele presentar reacción a más de un invertebrado de manera simultánea. Al pertenecer al mismo orden, diversas hormigas, avispas, avispones, abejas y otros representantes comparten ciertas toxinas capaces de desencadenar el proceso alérgico.

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Causas

Como hemos dicho en líneas previas, diversos himenópteros son capaces de atravesar la piel con su ovipositor modificado e inyectar toxinas en el organismo. El veneno de abejas (Apidae) avispas (Vespidae) y hormigas (Formicidae) tiene características compartidas y está formado por una mezcla de enzimas proteolíticas de menor tamaño y bajo peso molecular, lípidos, hidratos de carbono y también proteínas de alto peso molecular.

Los componentes de bajo peso molecular se encargan de generar la reacción inflamatoria local típica tras la picadura. Las proteinas de alto peso molecular son las que actúan como alérgenos, es decir, son las que pueden desencadenar reacciones alérgicas. Cuando una persona tiene alergia a picaduras de insectos, el primer contacto con el veneno genera anticuerpos de tipo IgE. Si el mismo tipo de insecto o uno parecido vuelve a picar, el veneno interactúa con este anticuerpo IgE específico, desencadenando la liberación de sustancias que provocan los síntomas de la alergia.

Se puede desarrollar alergia ante la picadura de diversos tipos de insectos, pero los que generan la mayoría de reacciones son los siguientes:

  • Abejas.
  • Avispas.
  • Avispones.
  • Avispas de chaqueta amarilla.
  • Hormigas rojas (en inglés, fire ants).

Síntomas

Los síntomas típicos de una reacción normal ante la picadura de un insecto son enrojecimiento, picor, calor al tacto, dolor y picazón. De todas formas, si se experimenta una reacción alérgica generalizada, la sintomatología se expande a otras partes del cuerpo e incluye los siguientes eventos clínicos:

  • Piel roja e hinchada.
  • Erupciones en otras partes del cuerpo distintas al lugar de la picadura.
  • Urticaria en otras partes del cuerpo distintas al lugar de la picadura.

En ciertas ocasiones, también existe el riesgo de desarrollar anafilaxia. Esta es una reacción alérgica grave que puede poner en peligro la vida del paciente y requiere atención médica con urgencia. Los síntomas principales de la anafilaxia son los siguientes:

  • Dificultad para respirar y ruidos respiratorios.
  • Inflamación de la lengua.
  • Dificultad para hablar y voz ronca.
  • Congestión nasal y toses.
  • Mareos y colapso.
  • Dolor abdominal, náuseas y vómitos.
  • Diarrea.
  • Picor e inflamación en los ojos.

Todos estos signos clínicos evidencian que se requiere atención médica de urgencia. La mortalidad de los procesos alérgicos se sitúa entre el 0,05 y el 2 % del total de reacciones graves.

Diagnóstico y tratamiento

La exploración física y la anamnesis (realización de preguntas al paciente) son los primeros pasos para el diagnóstico de la alergia. Una vez se sospecha de un alérgeno en cuestión, y cuando ya ha terminado la reacción inicial, se suele recurrir a la prueba de punción cutánea. En ella, el alergólogo deja caer gotas de probables alérgenos sobre el antebrazo y se realiza una pequeña punción para que el líquido atraviese la piel. Tras ello, se evalúa la intensidad de la reacción.

El tratamiento de la picadura de un insecto depende mucho de la especie que ha ejecutado el aguijonazo y de la severidad de la reacción.

Tratamiento en personas no alérgicas

En los casos leves, tras la picadura se recomienda lo siguiente:

  1. Si el aguijón del insecto se ha quedado atrapado en la piel, se recomienda retirarlo en un intervalo de 30 segundos para que no se inyecte más veneno en la zona.
  2. Limpiar el área afectada con agua fría y jabón. Aplicar un antiséptico.
  3. Aplicar un antiinflamatorio tópico, como calamina e hidrocortisona, y cubrir el área con una gasa estéril.
  4. Si la inflamación se mantiene, aplicar una bolsa de hielo sobre el área afectada.
  5. Consultar con el médico si la hinchazón progresa o si el sitio de la picadura parece estar infectado.

Tratamiento en personas alérgicas

En caso de que se presente una reacción alérgica severa o se haya experimentado en el pasado, se puede requerir una inyección de epinefrina (adrenalina). Las personas alérgicas suelen llevar epinefrina consigo para evitar la anafilaxia y con autoinyectarla suele ser suficiente para evitar que el cuadro empeore. Aunque la inyección parezca surtir efecto, hay que buscar ayuda médica para una monitorización y seguimiento. Obviamente, en caso de que no se posea epinefrina, también hay que llamar a urgencias con presteza.

Las avispas son causantes comunes de alergia.

La alergia a picaduras de insecto se puede complicar mucho si no se recibe un diagnóstico temprano. Si crees que tu reacción ante un aguijonazo de invertebrado es desproporcionada, te recomendamos acudir al médico y realizarte las pruebas de alergia pertinentes. En este ámbito, siempre es mejor prevenir que curar.

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