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Día Mundial contra el Cáncer

La palabra cáncer nunca cae en saco roto. Este grupo de enfermedades representa en muchos casos superación y supervivencia, mientras que en otros supone dolor, pérdida, recuerdos traumáticos y un enfrentamiento directo a la muerte. Todos hemos conocido a alguien que ha tenido cáncer y, por desgracia, la batalla contra él no siempre termina en victoria. A pesar del mayor conocimiento y las terapias emergentes, queda un camino muy largo para vivir en un mundo libre de cáncer.

Cada 4 de febrero, las organizaciones sanitarias más importantes celebran el Día Mundial contra el Cáncer con el fin de visibilizar este grupo de enfermedades y concienciar a la población sobre la importancia de su detección y tratamiento. En las siguientes líneas, te contamos todo lo que debes saber sobre esta fecha tan especial.

Cáncer: contexto y cifras

El término “cáncer” engloba a un grupo de más de 100 enfermedades con una característica común: el crecimiento descontrolado de células. En un estado de normalidad, los cuerpos celulares crecen, se dividen y mueren según los requerimientos biológicos del organismo. Cuando suceden ciertas mutaciones en el ADN de las células, es posible que estas se salten los patrones de división y senescencia normales, lo que hace que se multipliquen sin control. Esto da lugar a los tumores, si bien hay que recalcar que no todas las masas de tejido son cancerígenas y no todos los cánceres generan tumores.

Lo que diferencia al cáncer de otros tipos de tumores es su capacidad de diseminarse a otras partes del cuerpo, ya sean cercanas o lejanas (a través del torrente sanguíneo y el sistema linfático, por ejemplo). Cuando las células cancerosas forman tumores malignos en otras partes del cuerpo más allá de la inicial, hablamos de metástasis. Por desgracia, la tasa de supervivencia en los pacientes con metástasis es muy baja para prácticamente todos los tipos de cáncer.

Una vez asentadas definiciones, vemos de interés arrojar algunas cifras en lo que a la situación global del cáncer se refiere:

  • El cáncer es la primera causa de muerte en todo el mundo. Esto equivale a 1 de cada 6 defunciones globales, es decir, unos 10 millones.
  • El cáncer de mama es el más común de todos, representando un 12,5 % del total. Le siguen los de pulmón, colon-recto, próstata, estómago e hígado.
  • Hasta el 70 % de las muertes por cáncer ocurren en regiones de ingreso medio-bajo. Más tarde, ahondaremos más en la desigualdad social que implica esta cifra.
  • Hasta el 50 % de los cánceres son prevenibles. Esto es, se pueden evitar llevando un estilo de vida saludable, haciendo ejercicio, comiendo bien y no fumando, entre otras cosas.

A día de hoy, el cáncer causa más muertes que la infección por VIH, la tuberculosis y la malaria juntas. Actuar a nivel tanto gubernamental como social es esencial para mejorar el entendimiento, la prevención y el tratamiento de este grupo de enfermedades.

Día Mundial contra el Cáncer

El día Mundial contra el Cáncer nació el 4 de febrero del año 2000 durante la Cumbre Mundial contra el Cáncer para el Nuevo Milenio, celebrada en París. Durante las siguientes décadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) han unido fuerzas con un fin común: evitar la desinformación, aumentar la concienciación de la población y desestigmatizar este grupo de enfermedades.

En este día (y con las acciones durante el resto de años), se busca progresar en lo referente al conocimiento del cáncer, crear impacto social, buscar la igualdad y, en última instancia, conseguir un cambio. Diversas campañas han centrado el mensaje a lo largo de la historia del Día Mundial contra el Cáncer, pero el lema en la campaña 2022-2024 se vuelca en una problemática muy clara, la desigualdad social:

Close The Care Gap”, o en español, “Por unos cuidados más justos”

Esta campaña se divide en 3 fases:

  • 2022, reconocer el problema: la probabilidad de sobrevivir a un cáncer no depende solo de la biología, sino del lugar de nacimiento y del estatus social. Es necesario reconocer que las personas en riesgo de exclusión social y los habitantes en países de bajo ingreso tienen un pronóstico mucho peor para la mayoría de enfermedades, incluyendo el cáncer.
  • 2023, unir el discurso y comenzar a actuar: generar alianzas y colaborar a todos los niveles en los diversos grupos sociales y profesionales es esencial para construir una red férrea hacia el cambio. Todo acto cuenta para visibilizar la problemática actual y promover comunidad.
  • 2024, llamar la atención a los niveles más altos: una vez se crea una red y un mensaje conjunto, es necesario trasladar las peticiones a organizaciones gubernamentales y privadas con el fin de ponerle fin al cáncer y la desigualdad que conlleva. Eliminar la preferencia en el sector sanitario por etnia, categoría social, identidad o capacidad económica es una parte vital para luchar contra el cáncer.

Si quieres saber más sobre el movimiento actual y las acciones que puedes llevar a cabo, te recomendamos que visites la web oficial del Día Mundial contra el Cáncer.

Por unos cuidados más justos

Esta campaña no solo se sustenta en un sentimiento, sino que las cifras lo avalan. En la siguiente lista, te mostramos algunos datos que reflejan la desigualdad social en lo que al cáncer se refiere, brindados por el National Cancer Institute (NCI) y otras entidades profesionales:

  • La tasa de supervivencia del cáncer infantil en regiones de alto ingreso es del 80 % o más alta. En ciertas regiones de bajo ingreso, la cifra no supera el 20 %.
  • En regiones como Estados Unidos, las personas negras presentan una mayor tasa de muerte por cáncer que cualquier otro grupo étnico.
  • Más del 90 % de las muertes por cáncer del cuello uterino, una enfermedad que se puede prevenir con revisiones periódicas, ocurren en países de bajo ingreso.
  • En parte debido al estigma social y los sesgos, las personas transgénero reciben menos pruebas de diagnóstico por imagen para el cáncer.
  • Las personas con más educación tienen menos probabilidades de morir prematuramente (antes de los 65 años) de cáncer colorrectal que las personas con menos educación, independientemente de su raza o etnia.

Como ves, la supervivencia frente a un cáncer está claramente definida por la etnia, el lugar de nacimiento, la identidad de género y la condición socioeconómica. Esto puede deberse a muchísimos factores: la falta de educación hace que la detección de síntomas sea más complicada, los centros sanitarios en regiones empobrecidas carecen de métodos diagnósticos eficaces, los alimentos y entorno son de peor calidad para las personas con poco dinero, se favorecen las adicciones en poblaciones en riesgo de exclusión social y mucho más.

De todas formas, una cosa nos queda clara tras leer estas líneas: acabar con el cáncer no solo implica un trabajo de investigación, pues también tiene un claro componente social. Brindar educación, recursos y oportunidades a las personas más desfavorecidas es esencial para acabar con el cáncer en el futuro.

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